Muchas de las cátedras de la Facultad de Medicina radicados en sus pabellones darán origen o consolidaran verdaderas Escuelas Cubanas en especialidades como cirugía general (salas Mestre, Enrique López, San Martín, Costales, Fortún, y salón Menocal), medicina interna (Weiss, Torralbas, Landeta, Yarini, Clínicas Alto y Bajo, Santos Fernández Bajo, Bisbé y Bacallao), dermatología (Luaces), parasitología (Domingo Cubas), obstetricia (Enrique Núñez), medicina legal (Carlos M. Céspedes), psiquiatría (Valdés-Anciano), hematología (Alberto Recio), neurocirugía (altos de la antigua Liga contra el Cáncer) y otras.
Por Decreto Presidencial de 15 de diciembre de 1930 el general Machado clausuró la Universidad de La Habana por tiempo indefinido, lo que alejó la gran masa de estudiantes de medicina del hospital y anuló las actividades docentes hasta la caída de la dictadura el 12 de agosto de 1933.
Luego de la huelga general de 1935, la actividad docente quedó nuevamente interrumpida por completo hasta enero de 1937. Al ser repuesto el personal cesanteado en dicha fecha y regresar los profesores a sus servicios, comprobaron como en éstos habían sido saqueadas sus pequeñas bibliotecas y hemerotecas, archivos de historias clínicas y de placas radiológicas, así como sustraídos no pocos equipos médicos.
Con escasos recursos económicos se reorganizaron las cátedras en sus pabellones y se inició tardíamente el curso 1936- 1937, el cual, sin embargo, se pudo llevar a feliz término.