Biografía Calixto García

Participó además en octubre de ese año, en la toma de Guáimaro en Camagüey, sitio desde donde regresa al extremo oriental para asumir la cruzada de desgaste del enemigo, asaltando los suministros en las plazas de los peninzulares, las cuales luego de sitiarlas, las tomaban. Así contribuyó a desarticular las huestes españolas, al tiempo que también operaba con tenacidad en Bayamo, Manzanillo, Las Tunas, Palma Soriano, y Niquero, entre otros territorios.

Luego de la muerte del Mayor General Antonio Maceo, el 7 de diciembre de 1896, es nombrado Lugarteniente General del Ejército Libertador, combatiendo a los invasores sin tregua hasta 1898, momento en que EE.UU. con el pretexto de la voladura del Acorazado Maine se introduce en el conflicto y se produce la Guerra Hispano Cubano- Norteamericana. En ese contexto y por parte de los mambises García Iñiguez dirigió la Campaña de Santiago de Cuba, impidiendo con ello que las tropas españolas acudiesen con refuerzos a la ciudad.

La posterior decisión de los norteamericanos de impedir la entrada de los mambises a la hoy Ciudad Héroe después de conquistada la victoria, provocó su renuncia al cargo de jefe del Departamento Oriental, decidiendo marchar con sus tropas hacia Jiguaní. Y el 17 de julio escribe su carta de renuncia al General William Rufus Shafter que comanda las tropas estadounidenses, y a quien expone con determinación las intenciones que avizora sobre la ocupación de Cuba.

Resulta imposible estudiar la epopeya de las gestas emancipadoras protagonizadas por los mambises en el siglo XIX, sin abordar el accionar aguerrido de Calixto García Iñiguez, su estrategia e intrepidez en cada combate ante las huestes españolas. Durante las tres guerras demostró su experiencia en táctica militar, adquirida en gran medida de manera autodidacta, y con el fogueo de las batallas.

Es considerado también el oficial del Estado Mayor del Ejército Mambí que más utilizó la artillería, demostrando su dominio durante la preparación de las campañas combativas a los cuales dedicó especial atención en cuanto a planificación, preparación de las tropas y el uso de mapas, conceptos técnicos y balisticos apropiados.

Muere enfermo de pulmonía el 11 de diciembre de 1898 en el distrito de Columbia, en Washington.

Hombres de la talla de García Iñiguez hicieron germinar la semilla de la libertad, conquistada alrededor de una centuria después de incesante lucha.

Referencias:

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