Este día se celebra desde el 1997 con el objetivo de enriquecer y divulgar el conocimiento sobre esta enfermedad y la manera en que afecta a las personas, a las familias y por extensión, a la comunidad. Un mayor conocimiento de la misma puede reducir el estigma asociado al Parkinson, favorecer su comprensión y mejorar de la calidad de vida para aquellos que sufren de este mal y para sus familiares.
La fecha escogida, el 11 de abril, coincide con el nacimiento de James Parkinson, el médico británico que describió por primera vez la enfermedad en 1817. En aquel momento la nombró «parálisis agitante» y la documentó en un artículo titulado Essay on the Shaking Palsy. Sin embargo, no fue hasta después de 1960 que se identificaron los cambios bioquímicos asociados.
El 11 de abril del 2005, un tulipán rojo fue presentado como el símbolo mundial de la enfermedad de Parkinson en la Conferencia por el noveno Día Mundial del Parkinson, en Luxemburgo. La historia de este tulipán comenzó en 1980 en los Países Bajos cuando J.W.S. Van der Wereld, un horticultor holandés que padecía de párkinson, bautizó con el nombre de «Dr. James Parkinson» a un tulipán rojo y blanco que había desarrollado y registrado en 1981. El nombre lo había seleccionado para honrar al médico que había descrito el mal y en honor al Año Internacional de los Discapacitados. Ese mismo año el tulipán recibió el Premio al Mérito de la Real Sociedad Horticultural.
La enfermedad de Parkinson es un trastorno degenerativo del sistema nervioso central. Pertenece a un grupo de enfermedades llamadas trastornos del movimiento. Los cuatro síntomas principales son temblor, o temblor en las manos, los brazos, las piernas y la mandíbula o la cabeza; rigidez, o agarrotamiento de las extremidades y el tronco; bradicinesia, o lentitud en los movimientos; e inestabilidad postural, o deterioro del equilibrio.
Estos síntomas generalmente comienzan gradualmente y empeoran con el tiempo. A medida que se vuelven más pronunciados, los pacientes pueden tener dificultad para caminar, hablar o completar otras tareas sencillas. [En: Infomed. Efemérides de salud]
En Cuba, el seguimiento a estos pacientes se diseña desde la atención primaria, donde se afianza la importancia del diagnóstico precoz. Según nuestro modelo, la atención al enfermo de Parkinson es multidisciplinaria, donde el tratamiento médico, la rehabilitación, el acompañamiento psicológico y, fundamentalmente, el apoyo familiar, se entrelazan para proporcionar a los pacientes más bienestar. [En: Minsap. El esfuerzo inquebrantable de los profesionales médicos cubanos en el tratamiento del Parkinson]