El rico hacendado camagüeyano, con título de Marqués de Santa Lucía, que puso toda su fortuna al servicio de la independencia de Cuba. Sus ideas independentistas lo llevan a presidir la Junta Revolucionaria de Puerto Príncipe, creada en 1866 y en noviembre de1868 se incorpora al campo de batalla.
Fue delegado por el territorio camagüeyano a la Asamblea Constituyente de Guáimaro y al proclamarse allí la República de Cuba en Armas, es nombrado Presidente de la Cámara de Representantes.
Posteriormente, en octubre de 1873, es nombrado Presidente de la República en Armas al ser depuesto Carlos Manuel de Céspedes por decisión de la Asamblea. En junio de 1875, Salvador renuncia presionado por la demanda de los sediciosos de Lagunas de Varona.
Está entre los cubanos que no acepta el Pacto del Zanjón. En junio de 1895 marcha a la manigua al frente de 12 camagüeyanos, en Las Guásimas de Montalbán, en Santa Cruz del Sur. El patriota se incorpora a las tropas del mayor general Máximo Gómez.
Posteriormente, como delegado por Camagüey a la Asamblea Constituyente de 1901, se opuso firmemente a la aprobación de la Enmienda Platt.