Obituario

Con profundo dolor conocimos de la noticia del fallecimiento de la profesora Lucía Alexandra William Samuels, el pasado 25 de junio de 2021. Sus compañeros de trabajo, estudiantes, profesores, directivos, el partido, sindicato, la FEU, la FEEM y la UJC, nos unimos para honrar su memoria.

Muchos se puede decir de la profe Lucía, quien a solo unos días de cumplir 77 años, aún se encontraba en activo, porque consideraba que jubilarse era rendirse y para viejos y ella no lo era. La muerte la sorprendió en el frente de batalla, porque sin importar su reciente convalecencia después de un infarto, se encontraba trabajando en el pesquisaje, junto con nuestros estudiantes.

La profe Lucía que agradecía a la Revolución que desde su condición humilde se formó como auxiliar, técnico y Licenciada en Enfermería; profesora auxiliar y Master. Contribuyó a la formación de enfermeros por décadas, primero en la Facultad Miguel Enríquez; después en la batalla de ideas, a los Enfermeros emergentes, y finalmente en nuestra Facultad Salvador Allende, donde además impartía a los estudiantes de Medicina y Enfermería, las asignaturas de Preparación para la Defensa.

Admirada en su condición de madre, esposa, cederista, federada. La profe Lucía nos deja su ejemplo, reconocido en las palabras recogidas al expresar el dolor por su perdida; en las que se repetía, que era ejemplo de revolucionaria, siempre estaba en la primera línea, la que no esperaba que le dieran la tarea, sino que salía a buscarla, incansable, procuraba estar donde hiciera falta; la compañera que con una sonrisa te decía de frente lo que estaba bien y lo que estaba mal, la que se preocupaba por todos, que se desvivía por buscar lo que un compañero enfermo necesitara, la que compartía con los alumnos sus experiencias de vida y todo el tiempo irradiaba el amor eterno a nuestro líder y la lealtad a nuestros principios.

Nuestra Mariana, como cariñosamente le decíamos, nuestra guerrera, tan digna, tan orgullosa de ser negra y de defender sus derechos, la que no se perdía una marcha, con una vitalidad envidiable, jovial, difícil de poderla seguir. Murió con las botas puestas, con el machete en la cintura.
Hoy acompañamos tus restos, con este sencillo homenaje para una gran mujer, como dijo una compañera, pero nos quedamos con tu ejemplo, porque como decía otra profesora, seguro que nos estás diciendo –“hay no se preocupen, que yo no me voy na´”- y es así te quedas entre nosotros, con tu ejemplo, con tu alegría, con tu gran amor maternal, con tu espíritu revolucionario.
¡Siempre te recordaremos, descansa en paz!