Si bien en 2017 ya nos encontrábamos con la noticia de que smartwatches como Gator 2, Tinitell, Viksfjord y Xplora suponían un riesgo para la ciberseguridad de los niños que hacían uso de ellos (ver este enlace para más información), hoy nos encontramos con una noticia muy similar, dos años más tarde. Además, también a principios de este 2019 se publicaba otra noticia que alertaba a los usuarios de que el uso de smartwatch para niños podía suponer un riesgo para la privacidad de estos últimos.
Los investigadores del Instituto de AV-Test han descubierto importantes brechas de privacidad y seguridad en el smartwatch SMA-WATCH-M2, el cual, curiosamente, está diseñado para mantener a los niños a salvo y hacer que los progenitores se sientan más seguros.
Estos fallos de seguridad, dicen los investigadores, han sido tan graves que fueron capaces de hacerse una buena idea de la vida y hábitos diarios de una niña de 10 años de Alemania, Anna, a quien se seleccionó de manera aleatoria para la prueba. Entre otros datos, el dispositivo de origen chino permitía conocer la edad de la menor, su lugar de residencia, los lugares donde pasa la mayor parte de su tiempo, así como también sus rutas más habituales. Los investigadores incluso tuvieron acceso a las notas de voz y mensajes con cualquier tipo de sonido que eran transmitidos al dispositivo de la niña. Sin embargo, esto no es todo: también les fue posible monitorizar la posición en tiempo real de Anna.
Esta brecha de seguridad permitía tener acceso a datos como la localización, el número de teléfono, las fotos y conversaciones de más de 5.000 niños y niñas, aunque aparentemente existen razones para pensar que la cifra es considerablemente mayor.
Algunas de estas fallas incluían comunicaciones no cifradas con el servidor del fabricante, y una interfaz del servidor del último con niveles de seguridad casi inexistentes (dejándola así expuesta a atacantes externos que podían acceder sin autorización). A pesar de que se generaba un token de autentificación para prevenir el acceso no autorizado, el servidor no lo comprobaba, lo cual quiere decir que cualquier persona con unos conocimientos suficientes de «hacking» no tendría problemas a la hora de hacerse con los identificadores de usuario. Esto permitiría al atacante tener el mismo tipo de acceso que cualquier padre o madre podría tener.
Esta brecha de seguridad afecta a usuarios de Alemania, Turquía, Polonia, México, Bélgica, Hong Kong, España, los Países Bajos y China, y, como se ha indicado anteriormente, puede que el número de personas afectadas esté bastante por encima de los 5.000.
Ahora que se acerca la Navidad y los menores se sienten cada vez más atraídos por productos tecnológicos iguales o similares al descrito en este artículo, se recomienda a los padres tener precaución a la hora de hacer este tipo de regalos, ya que lo que a veces creemos que va a proporcionarnos un gran beneficio puede acabar volviéndose en nuestra contra y, en este caso, afectar a los más pequeños de la casa.
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