¿Has oído hablar del uso responsable de los cosméticos?, ¿Y de los peligros de un uso desmedido?… Entonces es hora de que leas esto.
La licenciada en Química Patricia Pérez y Doctora en Ciencias Farmacéuticas asistió al Simposio Internacional y su intervención versó sobre el uso responsable de los cosméticos, que a pesar de parecer un tema más simple en comparación con la medicina y la cirugía estética, puede ser más peligroso.
«Puede que una persona nunca se someta a una cirugía estética o que nunca acuda a una técnica no quirúrgica pero sería muy raro que nunca usara esmaltes de uñas, o tintes para el cabello, o alisantes, o maquillaje para su rostro. Precisamente la manera incorrecta en la que usamos los cosméticos también puede provocarnos un problema grave de salud».
La presidenta del Grupo de Cosmetología de la Sociedad Cubana de Ciencias Farmacéuticas refiere que los cosméticos, en tanto están diseñados para un uso externo y superficial, no siempre están regulados ni controlados, lo que facilita su fácil importación al país y su uso irresponsable.
«Todo producto que va dirigido al cuerpo humano debe tener un control microbiológico, químico y toxicológico, y no siempre las personas leen lo que las etiquetas dicen. Es frecuente que se violen las fechas de vencimiento, y usemos polvos y creyones de labios de nuestras madres o abuelas, sin tomar en cuenta que los componentes de las formulaciones se oxidan.
«Es común en los últimos tiempos la celulitis del cuero cabelludo, es decir, la irritación de la piel de nuestra cabeza, fundamentalmente porque dejamos el tinte más tiempo del indicado, queriendo que se prolongue más su efecto».
Pérez también destacó que las decoloraciones excesivas y, en ocasiones, apurando las fases para obtener el pelo blanco que ahora está de moda, producen enrojecimiento y hasta llagas del cuero cabelludo.
Las personas se maquillan al amanecer y no se desmaquillan hasta la hora del baño, que puede ser a cualquier hora del día, y a veces lo hacen incorrectamente, añade. El agua no es compatible con las sustancias lipídicas presentes en estos productos y las cremas desmaquillantes no son muy utilizadas, por lo que se quedan muchos restos, y eso implica un mayor riesgo de toxicidad en nuestros ojos.
«Lamentablemente todavía no tenemos la conciencia necesaria para comprender que los productos cosméticos y los tratamientos estéticos también son químicos que pueden ser muy invasivos para nuestra salud. Por eso es tan importante, no solo la evaluación del producto antes de su salida al mercado, sino también la cosmetovigilancia, que en su analogía con la farmacovigilancia, permitiría evaluar los usos del producto una vez vendido».
Publicado en Juventud Rebelde