¨Conflictos en la zona de confort¨ Por el Prof. Carlos Gómez Suárez
El aislamiento social ha determinado que nuestra zona de confort se transformase, total o parcialmente, surgiendo nuevos conflictos en el indispensable proceso de adaptación a la nueva situación. Desde el alba hasta que anochece, todos los humanos tomamos numerosas decisiones, ya sean tan simples como elegir la ropa a usar en el día, o complejas, como determinar con quién viviremos el resto de nuestra vida. Estas decisiones implican conflictos psíquicos ya que al solventar una necesidad es imposible satisfacer otra de relevancia motivacional similar, lo cual activa el estrés.
Existen distintos tipos conflictos. Una característica común a ellos es que generan ansiedad e inseguridad, lo cual es inevitable, pero, no todos tienen similar envergadura y alcance por eso estas manifestaciones sintomatológicas, así como, su duración, no pueden ser similares, ya que deben ser proporcionales a la magnitud del conflicto, de lo contrario aparecerán daños psicológicos, más o menos duraderos en el tiempo.
Todo conflicto requiere de una decisión y cuando esta se tome desaparecerá la ansiedad generada por el mismo, entonces entran en escena las consecuencias derivadas de la decisión. La decisión asumida dependerá de la firmeza, la perseverancia y el autocontrol del sujeto, quien enfrentará obstáculos internos causados por sus miedos y aspiraciones. En no pocas ocasiones las personas reconsideran lo decidido y retornan a la situación de conflicto anterior.
Un conflicto común suele ser el decidir entre lo que nos gusta y lo que nos conviene. Pocas veces ambas “cualidades” coinciden en un mismo ente. Con frecuencia para lograr algo hemos de hacer algunas cosas que nos convienen, como única manera de acceder a lo deseado. Si se tienen objetivos claros el estrés activado será razonable y por tanto controlable. Tenemos que prepararnos para estas situaciones, por ejemplo, a los niños debemos crearles con frecuencia escenarios conflictivos para que decidan que hacer, como invitarlos a escoger entre dos sitios motivantes para ellos y solicitarles que determinen cuál visitar.
NOTA: Zona de confort: espacio conocido en el que nos desenvolvemos sin dificultad, pues dominamos todos sus elementos. Forman parte de ella las relaciones laborales, sociales o familiares, sean agradables o no, también los conflictos, nuestros hábitos, costumbres, rutinas y actitudes. En esta zona, a pesar de todo, nos sentimos cómodos y la sola idea de abandonarla nos causa ansiedad