Hernán Cortés ya lo decía: una taza de esta bebida indígena da fuerzas suficientes a un soldado para todo un día de marcha; aunque entonces no era considerado, como hoy, un superalimento. ¿Cree que este apelativo es suficiente para permitirle comer toneladas? Ni lo sueñe, si se pasa, provocará un desajuste en la báscula e incluso algún trastorno en el organismo.
El chocolate tiene una cantidad de antioxidantes superior a la de la mayoría de frutas. Y por eso protege el corazón, reduciendo el riesgo de enfermedad coronaria, a través de una bajada de la presión arterial. También estimula la producción de óxido nítrico y mejora el perfil lipídico, aumentando el HDL y reduciendo la oxidación del LDL.
“Su carga de antioxidantes puede prevenir enfermedades cardiovasculares, mejorar el estado de animo y potenciar la memoria. Contiene flavonoides, Teobromina, catequinas, fibra, polifenoles, vitaminas A, B1, B2, C, E y B y minerales”, señala Paula Rosso, máster en nutrición y directora del departamento de Corporal del Centro Lajo Plaza. “También contiene grandes cantidades de magnesio, hierro y calcio, así como beta-caroteno y niacina”, prosigue José María Escudero, nutricionista, de las Clínicas S&O. Por su parte, Inmaculada Canterla, licenciada en farmacia, especialista en Nutrición y Dietética y directora de Cosmeceutical Center, añade que tiene “unos niveles bastante razonables de cobre, manganeso y fibra”.
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