Con el objetivo de reducir la exposición a los factores de riesgos, valorar, tratar y monitorizar el asma, y saber manejarse ante una crisis de esta enfermedad crónica, se lleva a cabo en los meses de verano en la escuela Renato Guitart de esta heroica ciudad el campamento para niños asmáticos.
La Dra. Nancy Nápoles, neumóloga y presidenta de la comisión de asma en Santiago de Cuba comentó que este campamento comenzó a funcionar en dicho centro hace exactamente 29 años.
“Anteriormente teníamos una casa en Caletón, en el municipio de Guamá, que nos la donó el Comandante Juan Almeida a través del también Comandante René Rodríguez, pero al comienzo del período especial hubo que cerrarla porque no había transporte y era muy difícil trasladar a los niños hasta allá”.
Argumentó además que luego de permanecer cerrado el campamento durante dos o tres años el entonces vicedirector de asistencia médica, Dr. Guillermo Vaillant, le dio la tarea de abrir nuevamente el espacio para los niños asmáticos en la escuela que hoy ocupan, la cual fue ofrecida por el Ministerio de Educación (MINED).
“Lo hicimos como mejor nos pareció, empíricamente, y desde entonces estamos aquí. Hemos ido adecuando y mejorando este lugar con ese fin, aunque no es el sitio idóneo y todavía aspiramos a que la casa de Caletón se permute por una aquí en Santiago para mantener el campamento funcionando durante todo el año”, dijo la doctora.
Este es un proyecto de investigación dirigido hacia la Educación y Rehabilitación en Asma Bronquial (ERAB), para enseñarles a los menores de 7 a 14 años a vivir con su enfermedad y no para su enfermedad, a través de ejercicios. En este centro no se utiliza ningún tipo de medicamento, pues los conocimientos impartidos tienen el objetivo de enseñarlos a autocontrolarse.
“Aquí practicamos yoga, para la concentración y hemos obtenido resultados muy buenos realmente, como el hecho de que los infantes que pasan por este campamento no ingresan más por asma bronquial, salvo los que ya traen debido al medio familiar en que conviven, situaciones respiratorias específicas por el humo del tabaco, etc.”, explicó la Dra. Nápoles.
El campamento cuenta además con un variado programa de recreación, juegos de mesa, ejercicios para aprender a respirar y desarrollar la capacidad de respiración de los pequeños, clases sobre qué es el asma, cuáles son los factores desencadenantes, cómo utilizar los equipos, paseos a playas, piscinas, al zoológico, al parque de la prehistoria, al palacio de pioneros…
La neumóloga aumentó que a estos niños se les imparten también clases de nutrición, de factores de riesgo, y de educación en sentido general.
“Ellos salen del campamento listos incluso, para prestar auxilio a otros niños que en determinado momento tengan asma, porque ya saben qué hacer. No estamos exentos de dificultades, pero tenemos garantizado lo mínimo necesario para mantenerlos internos de 15 días a un mes, según lo requieran.
“Durante ese tiempo los menores se mantienen fuera de la tutela familiar, y alejados de los vicios que puedan tener en sus casas. Aquí no les da la crisis, y como tenemos normas de conducta y horarios para cada actividad, aprenden a ser más organizados y adquieren nuevos hábitos de vida”.
Los padres también reciben clases una vez a la semana, porque este es un programa familiar, y es preciso que ellos eviten la sobreprotección de sus hijos y no los limiten a realizar determinadas actividades físicas y sociales en general, una vez que los infantes salgan del campamento.
En este sentido la doctora recomienda mantener en cada hogar, con el apoyo de los familiares, los ejercicios ya aprendidos en el centro para no recaer en las crisis.
El año pasado el campamento rotó por todos los municipios de la provincia y allí se realizaron acciones docentes y demostraciones, de conjunto con el Instituto Nacional de Deporte y Recreación (INDER), el MINED, y Salud Pública, para unificar el criterio de tratamiento.
Tomado de Sierra Maestra