Las heridas sufridas en caídas, accidentes de tráfico, incendios y otros percances por una persona cuando está borracha tardan mucho más en curarse.
El alcohol aumenta el riesgo de infecciones en el hospital, incluyendo infecciones quirúrgicas. Los pacientes que han consumido mucho alcohol y que sufren infecciones quirúrgicas permanecen hospitalizados el doble de tiempo, tienen una mayor tasa de readmisión en el hospital y cuentan con el doble de probabilidades de morir, en comparación con los pacientes en igual situación pero que no beben alcohol en exceso.
Ahora, un nuevo estudio brinda información esclarecedora sobre por qué el alcohol tiene un efecto tan negativo en la cicatrización de heridas.
El equipo de Katherine A. Radek, de la División de Ciencias de la Salud en la Universidad Loyola de Maywood, Illinois, Estados Unidos, ha comprobado que en los experimentos beber alcohol en exceso redujo significativamente los niveles de componentes clave del sistema inmunitario implicados en la curación de heridas.
El nuevo estudio ha revelado que emborracharse reduce la cantidad de los glóbulos blancos llamados macrófagos, los cuales eliminan bacterias y desechos. Este efecto hace en parte que la herida sea más propensa a la infección por bacterias, como la Staphylococcus aureus, culpable habitual de infecciones en heridas.
Las investigadoras también constataron que beber alcohol en exceso afectaba a la producción de una proteína que recluta macrófagos hacia el sitio de la herida. En los experimentos, beber alcohol en exceso también reducía los niveles de otro componente clave del sistema inmunitario, el conocido como CRAMP, y que es un tipo de proteína presente en la capa más externa de la piel, la epidermis. Estas proteínas, conocidas como péptidos antimicrobianos, matan bacterias y reclutan macrófagos y otras células del sistema inmunitario hacia la zona de la herida.
En su conjunto, todos estos efectos del alcohol entorpeciendo la acción del sistema inmunitario parecen tener un papel de gran protagonismo en el retardo en cerrarse que experimentan las heridas sufridas por personas que han bebido mucho alcohol.
Fuente: NCYT