Puede que el origen del término aún no esté del todo claro, pero que su agente transmisor es, principalmente, el mosquito Aedes aegypti, es una absoluta certeza. Según algunas hipótesis, su nombre, se presupone, deriva de la frase Swahili (africana): “Ka dinga pepo”, que significa enfermedad causada por un espíritu o fantasma. Aunque se maneja la idea de que quizá la palabra “dinga” posiblemente provenga del castellano «dengue» para aludir a “fastidioso” o “cuidadoso”, describiendo el sufrimiento de un paciente con el típico dolor de huesos que provoca esta enfermedad.
Sí, nos referimos al dengue, causado por el mismo virus que le da nombre. Ya desde su primer registro, citado en la medicina china de los años 265 al 420, al dengue se le asociaba con los insectos. Su primer informe descriptivo data del 1789 y es atribuido al científico norteamericano Benjamin Rush, quien le concede el término “fiebre rompehuesos”, por los síntomas de mialgias y artralgias que produce.