La adolescencia no es solo un periodo crucial en términos de maduración cognitiva, emocional y social sino que coincide con el despertar del consumo de alcohol para muchos de ellos y, con frecuencia, este consumo suele arrancar con fuerza sin tener en consideración las secuelas a largo plazo.
Beber alcohol en exceso durante la etapa de la adolescencia puede tener consecuencias muy negativas para el desarrollo del cerebro, según explica el último estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Duke (EE.UU.) y que recoge la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research.