Estado Islámico amenaza con utilizar el ébola como arma biológica

Afiliados del Estado Islámico (EI, ex ISIS) discutían en Internet sobre la hipótesis de “expandir” el virus de ébola en Estados Unidos y en otros países involucrados en la llamada coalición contra el grupo radical. Lo informó Site, el sitio de control del extremismo islámico en la web.

Un nuevo golpe de efecto que se suma a la seguidilla de videos y mensajes por las redes sociales que las milicias del grupo yihadista emplean casi a diario: ahora la insinuación de guerra bacteriológica.

El Departamento de Defensa y el Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos clasifican al ébola como un agente de guerra biológica.

Informes de expertos estadounidenses sostiene que hasta el 90% de los seres humanos infectados mueren dentro de un tiempo muy corto.

Por lo tanto, el virus podría ser un arma muy real potencial, extremadamente potente de destrucción masiva, según reportes de la inteligencia estadounidense.

Fue justamente ese “diagnóstico” lo que llevó a crear en Estados Unidos un programa para el desarrollo de la vacuna contra el ébola. La eficacia del antídoto no está probada.

Después de que Estados Unidos iniciara hace unos días un ensayo en 20 voluntarios sanos para probar la seguridad de una de las vacunas actualmente en estudio frente al ébola, el Reino Unido, en colaboración con los Institutos de Salud estadounidenses, ha comenzado un estudio paralelo con el mismo producto en 60 personas sanas.

Estas investigaciones son fruto de un acuerdo internacional en el que participan la Fundación Wellcome Trust, el Consejo de Investigación Médico y el Departamento de Desarrollo Internacional británico en respuesta al brote actual de ébola que ha matado ya a más de 2.400 personas y ha generado casi 5 000 enfermos.

Existen varios productos candidatos a vacuna contra el ébola. Uno de ellos, denominado NIAID/GSK, es el desarrollado por el estado norteamericano, merced a su programa de Defensa, y la empresa farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK).

Hasta hoy son 10 los estadounidenses vacunados y ninguno de ellos ha presentado efecto secundario tras la inyección.

La rama inglesa del ensayo se ha iniciado el miércoles pasado en Oxford, en el Instituto Universitario Jenner de dicha ciudad, con la inyección de la versión monovalente de NIAID/GSK a una mujer, aunque su objetivo es inmunizar a 60 personas en Reino Unido para, posteriormente y si todo va bien, vacunar a 40 voluntarios sanos en Gambia y otros tantos en Malí.

La inmunización se hará por grupos de 20 personas que recibirán dosis diferentes de la vacuna para que los investigadores puedan evaluar cuál es la mejor dosis en términos de seguridad y efectividad.

Tomado de elcomercio.com

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