La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó una advertencia global, avisando que la prestación insuficiente de servicios relacionados con el VIH a los grupos de población en mayor riesgo -homosexuales, reclusos, consumidores de drogas inyectables, trabajadores del sexo y transexuales- están poniendo en peligro los progresos hasta ahora logrados contra esta infección.
Ocurre que las personas con mayor riesgo de contraer VIH, son también son quienes tienen menos probabilidades de acceder a los servicios de prevención, detección y tratamiento del VIH. Incluso en muchos países se quedan fuera de los planes nacionales de VIH, y las leyes y políticas discriminatorias constituyen importantes obstáculos al acceso.
Antes de la Conferencia Internacional sobre el Sida, que empezará en Melbourne (Australia) el 20 de julio, la OMS presentó sus Directrices unificadas sobre la prevención, diagnóstico, tratamiento y atención de la infección por VIH en grupos de población claves.
AVANCES
En esas directrices se describen las medidas que pueden adoptar los países para reducir las nuevas infecciones por VIH y aumentar el acceso de esos cinco grupos de población claves a la detección, tratamiento y atención de la infección.
Contienen una serie completa de recomendaciones clínicas, pero para que estas sean eficaces, la OMS también recomienda que los países eliminen los obstáculos legales y sociales que impiden que muchas personas accedan a los servicios.
Por vez primera, la OMS recomienda que los hombres con relaciones homosexuales tomen antirretrovíricos como método de prevención de la infección (profilaxis antes de la exposición) añadido al uso del preservativo.
Las tasas de infección por VIH en estos hombres siguen siendo elevadas en casi todas partes, y se necesitan con urgencia nuevas opciones preventivas.
Las estimaciones obtenidas mediante modelización indican que la profilaxis antes de la exposición podría lograr una reducción del 20-25% en la incidencia mundial del VIH en hombres con relaciones homosexuales, evitando así 1 millón de nuevas infecciones en este grupo de población a lo largo de 10 años.
Los estudios indican que la probabilidad de contraer la infección por VIH es 14 veces mayor en las trabajadoras del sexo que en otras mujeres, 19 veces mayor en los hombres con relaciones homosexuales que en la población general, y 50 veces mayor en las mujeres transexuales que en otros adultos. Para los consumidores de drogas inyectables, el riesgo de infección por VIH también puede llegar a ser 50 veces mayor que en la población general.
“Ninguna de estas personas vive aislada”, explicó Gottfried Hirnschall, Director del Departamento de VIH de la OMS. “Los trabajadores del sexo y sus clientes tienen maridos, mujeres y parejas. Algunos se inyectan drogas. Muchos tienen hijos. El hecho de que no se presten servicios a las personas con más riesgo de contraer la infección VIH pone en peligro los progresos en la lucha contra la epidemia mundial y la salud y el bienestar de las personas, sus familias, y la comunidad en general”.
CIFRAS
La publicación de las directrices coincide con la aparición de nuevas cifras que destacan la necesidad de mantener los progresos mundiales en la lucha contra el VIH.
A finales de 2013, estaban tomando tratamientos antirretrovíricos unos 13 millones de personas, de los cuales 11,7 millones residían en países de ingresos bajos y medios. Esto ha reducido en un 20% las muertes relacionadas con el VIH entre 2009 y 2012.
Pero aunque el número de fallecidos por sida está disminuyendo rápidamente, las medidas preventivas van muy a la zaga, sobre todo entre los grupos de población claves.
Fuente: Neomundo