Tres mil seiscientas setenta y cinco personas fueron confirmadas en Cuba con la COVID-19 al concluir el pasado diciembre. Esta cifra, la más elevada para un mes desde el inicio de la epidemia en el país, constituye una muestra de que los riesgos de la enfermedad continúan latentes y se asocia fundamentalmente a los contagios a partir del arribo de viajeros, lo cual concede una complejidad epidemiológica diferente a las que se han vivido hasta el momento en el territorio nacional.
Al referirse a ese escenario durante la reunión del grupo temporal de trabajo para la prevención y control del nuevo coronavirus realizada este lunes, el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, aseguró que si lo trabajamos bien, como sabemos hacerlo, en este mes podemos bajar notablemente la cantidad de casos activos, cortar la transmisión que hemos tenido, y volver a niveles de contagios como los de otro momento.
Ante este nuevo contexto que vive la nación, el Jefe de Estado insistió en la necesidad de hacer cosas nuevas, porque la situación es distinta, por lo tanto, hay que ver qué otras acciones se pueden hacer de forma diferente, para buscar resultados de una manera más rápida.
“Es muy importante que superemos esta situación”, subrayó el mandatario tras reflexionar acerca de las cifras de contagio que han ido marcando tendencia en los últimos días y que este lunes tuvieron los mayores reportes desde que se diagnosticaron los primeros casos en el pasado mes de marzo: 316 fueron los pacientes confirmados y 1 738 los enfermos que permanecían ingresados en instituciones hospitalarias.
En momentos en los que la mayor complejidad se asocia a las familias que han recibido viajeros del exterior, el Presidente Díaz-Canel reflexionó acerca de los riesgos para la salud de las personas de edad avanzada, o con complicaciones de otras enfermedades, que se han contagiado; y la prioridad con que se debe trabajar para lograr que la disminución de los viajes dé una respuesta más efectiva en el descenso, lo más rápidamente posible, de la cantidad de pacientes activos.
Ineludible continúa siendo en esta etapa mantener la atención sobre asuntos que también definen el éxito del enfrentamiento a la COVID-19. Entre ellos el mandatario destacó la atención a las personas y familias vulnerables; el tratamiento a los convalecientes para que tengan una mejor calidad de vida; el trabajo ágil en la información a los viajeros sobre el resultado de los PCR; potenciar el desempeño de las unidades de cuidados intensivos; y seguir avanzando en el desarrollo de nuestras vacunas, que es lo que nos va a dar la seguridad de superar todo esto.
Ante el nuevo escenario, nuevas decisiones
Salvar vidas sigue siendo el reto supremo a que se ha abocado el país y, para ello, contener la transmisión de la enfermedad resulta un elemento esencial. De ahí que en la sesión de trabajo de este lunes el grupo temporal aprobara el avance o retroceso de varias provincias y sus municipios a diferentes fases de la etapa de recuperación de la COVID-19, lo cual implica el estricto cumplimiento de las medidas que para cada una de ellas se han diseñado.
En ningún caso, aclaró el Presidente de la República, esta decisión conlleva el cierre del curso escolar o de otras actividades de la economía en las que ya hemos logrado una estabilidad.
Según dio a conocer el viceprimer ministro Roberto Morales Ojeda durante el encuentro –en el que también participaron el Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, José Ramón Machado Ventura, y el Vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa- se decidió avanzar a la fase tres de la etapa de recuperación a la provincia de Pinar del Río.
A esa misma fase retroceden ahora las provincias de Matanzas y Villa Clara, las cuales han manifestado un incremento en sus respectivas tasas de incidencia de casos confirmados por cada 100 00 habitantes en los últimos 15 días. En esta fase se mantienen, además, La Habana, Cienfuegos y Santiago de Cuba.
El Viceprimer Ministro informó, igualmente, acerca del regreso de Mayabeque y Artemisa a la fase uno de la etapa de recuperación. Asimismo, realizó una alerta epidemiológica a los territorios de Las Tunas y Guantánamo, ante el deterioro de sus indicadores sanitarios. El resto de las provincias y el municipio especial Isla de la Juventud –precisó- se mantienen con los indicadores de la nueva normalidad.
Al respecto, Morales Ojeda refirió que el cambio de fase en los municipios de cada una de las provincias se ha realizado teniendo en cuenta las especificidades epidemiológicas de cada uno de ellos, de ahí que no sea una situación homogénea.
Para determinar los cambios de fases –dijo- se tienen en cuenta la tasa de incidencia por cada 100 000 habitantes en los últimos catorce días y el cumplimiento del porcentaje de pruebas PCR realizadas como indicador de proceso, que expresa la búsqueda activa de casos.
En todos estos territorios que retroceden en las fases de la recuperación, aseguró, se aplican medidas de refuerzo, sobre todo higiénico-sanitarias. Ahora que arriban menos viajeros y es necesario dedicar menor cantidad de pruebas PCR a ellos, comentó, tenemos que incrementar la pesquisa a los grupos vulnerables y a las zonas según la estratificación de riesgo que incluyen centros laborales y educacionales que este lunes reiniciaron sus actividades.
Asociado a ello, el Viceprimer Ministro llamó a incrementar el rigor en lo relacionado a la inspección sanitaria estatal, en lo cual también corresponde desempeñar un papel activo a las organizaciones de masas para acompañar el trabajo que realizan en las comunidades el médico y la enfermera de la familia.
Por otra parte, subrayó el hecho de que los eventos ocurridos en los últimos días no están asociados a las instituciones hoteleras en los polos turísticos, pues el incremento de casos confirmados lo hemos tenido en las comunidades y está relacionado con viajeros que van a sus casas o a las de sus de familiares.
El reto de minimizar la propagación de la enfermedad
Con 1 219 pacientes diagnosticados en el transcurso de la pasada semana, es esta la de mayores cifras históricas en Cuba desde el inicio de la epidemia en marzo. Así lo aseguró este lunes el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, al ofrecer una minuciosa explicación acerca del comportamiento de la enfermedad en el país.
En esos siete días, en los cuales fueron superiores las cifras de casos importados que de autóctonos, los mayores aportes a la incidencia estuvieron en La Habana, Matanzas, Santiago de Cuba, Guantánamo, Artemisa y Villa Clara, provincias donde se concentra el 65,4% del total de los diagnosticados en ese periodo, puntualizó el titular.
Como sucede de manera habitual en estos intercambios, a través de videoconferencia rindieron cuenta las autoridades gubernamentales de varias de las provincias que este lunes reportaban casos confirmados con la enfermedad: Artemisa, La Habana, Matanzas, Mayabeque, Villa Clara y Santiago de Cuba.
En momentos donde el mundo enfrenta una nueva ola de contagios y las cifras de fallecidos tristemente continúan en ascenso, la Mayor de las Antillas persiste en sus esfuerzos por minimizar la propagación de la enfermedad, un empeño al que estamos convocados a sumarnos todos los cubanos.