Reconoce Ministro de Salud Pública a los médicos y enfermeras de la familia

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INTERVENCIÓN DEL MINISTRO DE SALUD PÚBLICA DR. JOSÉ ANGEL PORTAL MIRANDA EN LA GALA CONMEMORATIVA POR EL 35 ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DEL PROGRAMA DEL MÉDICO Y ENFERMERA DE LA FAMILIA.

Queridos médicos y enfermeras de la familia.
Distinguidos profesores, estudiantes.
Invitados.

Desde el propio triunfo de la Revolución, nuestro país comenzó a aplicar los principios de la cobertura y el acceso universal, considerados claves para promulgar la salud como un derecho humano; se daba así respuesta a la difícil situación que presentaba la población cubana en 1959, caracterizada por la miseria, la carencia de asistencia médica, el hacinamiento, donde la pobreza era el denominador común.

En los años siguientes, como parte del surgimiento del Sistema Nacional de Salud, fueron implementadas políticas y estrategias encaminadas a enfrentar estas realidades, con el propósito de fortalecer el primer nivel de atención y facilitar la accesibilidad de la población cubana a los servicios de salud.

La medicina familiar en Cuba, surge a principios de la década de los ochenta, cuando estaban creadas las condiciones para continuar el fortalecimiento del Sistema Nacional de Salud. Esta decisión, estuvo generada por la necesidad de transformación del modelo de atención, con el fin de incrementar cualitativamente el grado de salud de la población, mediante cambios de actitudes y de conductas de riesgo, para propiciar la adopción de estilos de vida más sanos.

Lo anterior, requería de una reorientación del sistema en función de una práctica médica encaminada a facilitar el protagonismo de las acciones de promoción y protección de la salud.

Como resultado de estos esfuerzos, el 4 de enero del año 1984, hace 35 años, con 10 médicos e igual número de enfermeras, se inicia el Programa del Médico y Enfermera de la Familia en el Policlínico Lawton del municipio capitalino 10 de Octubre, a partir de la genial concepción de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, de crear un médico diferente y un especialista nuevo, formado en la comunidad, con una alta calidad, y que diera respuesta al encargo del Sistema de Salud Cubano.

Las diferentes tareas para el desarrollo de este nuevo modelo de atención médica, requirieron implementar acciones integrales dirigidas a las personas, la familia y la comunidad, que con rapidez dieron sus primeros frutos, a lo cual se sumó la participación de sectores afines y de las organizaciones de masas en estrecha vinculación a los programas de salud.

Los resultados alcanzados demostraron la validez de la experiencia y con ellos, se tomó la decisión de extenderla a lo largo y ancho de todo el país.

A partir de este momento, se situó al médico y enfermera de la familia como los guardianes de la salud de nuestro pueblo, tal y como los calificara nuestro invicto Comandante años más tarde.

Este Equipo Básico de Salud, ha constituido la célula fundamental del funcionamiento del consultorio y del policlínico, expresión de la voluntad política de dar cobertura universal de servicios médicos a la población en todo el país, en un mundo en el que no se han registrado los suficientes progresos para eliminar las barreras que impiden el acceso pleno a la salud y en el cual prevalecen las desigualdades e injusticias sociales.

Los esfuerzos y desvelos de todos los que laboraban en este Programa, comenzaron a dar con prontitud resultados positivos de manera paulatina. Su trascendencia se puso a prueba durante el período especial, al posibilitar mantener y en algunos casos superar los indicadores de salud de la población cubana, con el surgimiento de muchas ideas y soluciones.

Su consolidación en el transcurso de los años, ha permitido que  Cuba muestre indicadores de salud comparables a los países más desarrollados, entre los que se destacan: una mortalidad infantil de 4 por cada mil nacidos vivos, una esperanza de vida al nacer de 78,45 años, el descenso de la mortalidad por enfermedades infecciosas y parasitarias a 1% del total de defunciones, la erradicación de 14 enfermedades infecciosas y mantener además los indicadores que nos convirtieron en el primer país en alcanzar la validación de la eliminación de la transmisión materna infantil de VIH y de la sífilis congénita, entre otros muchos que constituyen referentes internacionales.

No podemos dejar de mencionar en estos resultados el papel que han jugado los especialistas y profesores del Grupo Básico de Trabajo, los cuales contribuyen  decisivamente a elevar el nivel asistencial, científico y académico de nuestros profesionales y de los estudiantes de las Ciencias Médicas en este programa.

Como expresión del desarrollo de la ciencia, hoy se ejecutan más de 600 proyectos de investigación y existen 100 sitios acreditados para ensayos clínicos en policlínicos, los que tributan a los principales problemas del cuadro de salud de la población cubana.

Por otra parte, en estos 55 años de colaboración médica internacional, los especialistas en Medicina General Integral han ocupado un lugar destacado, con la realización de  misiones en 89 países, muchos de ellos en más de una ocasión, como expresión de la vocación humanista de estos profesionales y del espíritu solidario de nuestra Revolución.

Destaca su protagonismo en las misiones realizadas en Venezuela, en África, en la Operación Milagro, en las brigadas del Contingente “Henrry Reeve” ante desastres y graves epidemias, en el Programa “Más Médicos” en la República Federativa de Brasil, así como de manera especial en la lucha contra el Ébola, que marcó un hito en nuestra labor internacionalista.

Compañeras y compañeros:

Los avances actuales del Sistema Nacional de Salud, requieren seguir perfeccionando el Programa del Médico y Enfermera de la Familia, con el objetivo de continuar elevando la calidad de los servicios, y con ello, los indicadores de salud y el estado de satisfacción de la población cubana; no podemos olvidar que este programa se erige como eje estratégico de desarrollo y componente fundamental de la sostenibilidad del propio sistema.

La celebración del 35 Aniversario de su creación, constituye el marco propicio para expresarles el reconocimiento, la confianza infinita y la más sincera felicitación a todos nuestros médicos y enfermeras de la familia, así como a los profesores y otros trabajadores del nivel primario de atención por la labor realizada en estos años; de manera particular a sus fundadores.

Para este aniversario, hemos desarrollado un numeroso grupo de actividades en los diferentes territorios del país, como parte del reconocimiento que ustedes merecen.

En este histórico teatro, sede de tantas conmemoraciones, quisimos compartir este regalo que nos hace la cultura cubana, el cual estoy seguro que mucho agradeceremos.

Hagamos hoy un renovado compromiso, para hacer realidad los sueños de nuestro salubrista mayor, el Comandante en Jefe Fidel, cuando en 1994 en la clausura del Primer Congreso de Medicina Familiar expresó y cito:

“Ustedes están allí en la primera fila de la lucha, ustedes son abanderados de la causa más noble, para llevar seguridad a cada ciudadano, para llevar tranquilidad a cada padre, a cada madre, a cada hijo, a cada familiar; para llevar el bienestar más importante del ser humano, que es la salud; para combatir los sufrimientos, para combatir el dolor.  ¿Puede haber tarea más noble y más humana para un ser humano?”

Más adelante decía:

“La Revolución espera contar con un verdadero ejército, no solo de la salud sino de las mejores cualidades, de las mejores virtudes de nuestro pueblo, de su moral, de su generosidad y de su espíritu de solidaridad.”…fin de la cita.

Siendo consecuentes con su legado, digamos hoy con más fuerza que nunca:

¡Viva el Programa del Médico y Enfermera de la Familia!

¡Vivan por siempre Fidel y Raúl!

¡Viva nuestra invicta Revolución en su 60 Aniversario!

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!

Fuente: Infomed

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