A Grosso modo, la nanociencia abarca el estudio de fenómenos y la manipulación de materiales a nanoescala (un nanómetro es la millonésima parte de un milímetro o, para ilustrar con un ejemplo común: el grosor de un cabello humano es de entre 60 000 y 100 000 nanómetros).
La nanotecnología es la concreción de los resultados: el estudio, diseño, creación, manipulación o aplicación de materiales, dispositivos y sistemas funcionales con materia a nanoescala. Un ámbito muy lejano de la escala convencional que apreciamos y gestionamos en la cotidianidad y que, como otros de la ciencia avanzada, además de retar nuestra imaginación, está facilitando, acelerando saltos científicos y tecnológicos que configuran una revolución mundial y abriendo nuevos caminos.
En Cuba, con una Estrategia Nacional de Nanociencias y Nanotecnologías y un Programa Nacional de Nanociencias y Nanotecnologías desde 2018, fue inaugurado en 2019 el Centro de Estudios Avanzados (CEA), fruto de un proyecto que comenzó su camino en los primeros años de los 2000 y es parte del grupo empresarial BioCubaFarma.
Su director, el ingeniero Hugo Avilio Gutiérrez Ezcurra, comienza explicándonos que la plataforma experimental del centro está al servicio de la comunidad científica cubana y ha tenido mejoras progresivas en estos cinco años. Sus líneas de desarrollo abarcan los sectores de la bionanomedicina, la agricultura, la energía, el agua, el medioambiente, la construcción y la formación de recursos humanos.
Técnicas en los servicios que brinda el CEA:
Microscopía de barrido de sonda con espectroscopía Raman
Microscopía de barrido de sonda
Microscopía confocal
Microscopía de fluorescencia
Microscopía electrónica de barrido
Espectrometría de fluorescencia de rayos X
Espectrometría de absorción atómica
Difractometría de rayos X
Calorimetría diferencial de barrido
Medición de tamaño de partículas (0.3 nm-300 µm)
Cromatografía líquida
Cromatografía líquida con espectrometría de masa
Análisis de carbono orgánico total
Espectrometría UV-VIS
Gutiérrez Ezcurra agrega que, no obstante, “el alcance de la nanociencia y la nanotecnología es muy amplio, por lo que participamos en proyectos sectoriales de otros sectores, como la industria ligera”.
Del CEA ya han salido aplicaciones prácticas y resultados diversos. Desde la etapa inversionista empezaron a generarse “los primeros resultados concretos, aun cuando se estaba trabajando en la formación del personal”, cuenta su director.
Pero los avances más importantes ocurrieron después del 2019, específicamente durante la pandemia de covid-19.
“Entre los resultados más relevantes estuvieron los protocolos en los centros de aislamiento, el sitio de toma de muestra que se iba a hacer, si era nasofaríngeo, si era faríngeo para la detección por PCR del virus. Todo eso el Minsap lo pudo optimizar y aplicar gracias a la primera investigación que se hizo en el CEA, acerca de la microscopía de alta resolución de SARS-CoV-2, donde se estableció cuáles eran las células que infectaba el virus, que había una prevalencia en la nasofaringe y no en la faringe. Esos resultados obtuvieron un premio de la Academia de Ciencias de Cuba.
“El segundo resultado muy importante fue el sistema de extracción cubana, con el cual hemos logrado una soberanía total para la extracción de ácidos nucleicos, un proceso clave en la realización de cualquier PCR diagnóstico, tanto para la parte forense y para enfermedades infecciosas como en estudios de cáncer. Este sistema de extracción nos da soberanía total en esa área.
“Estamos trabajando también en productos que van a tener un gran valor, como los destinados al control de determinadas infectaciones de importancia en la agricultura, y, en la salud pública, en la detección y resolución de los problemas de fertilidad en parejas que tratan de concebir hijos, o en la disminución de las ITS”.
El CEA desarrolla actualmente otros productos próximos a su registro. Entre ellos, el director del centro menciona los usados para la detección de resistencia antimicrobiana de una forma rápida y acelerada, “lo cual permite optimizar los tratamientos antimicrobianos. Permite al médico no solo definir qué antibióticos aplicar al paciente, sino en qué dosis, y confirmar si tienen resultados o no mediante biosensores que estamos desarrollando”.
En el CEA se obtuvo, en colaboración con el IPK y otras instituciones, el primer producto nanotecnológico con aplicaciones biomédicas creado ciento por ciento en Cuba mediante uso de nanopartículas magnéticas para extraer y concentrar el ARN del SARS-CoV-2 y confirmar con la prueba del PCR si hay contagio.
El diagnosticador, con el que se llegaron a realizar 20 000 determinaciones diarias en laboratorios de biología molecular de todo el país, recibió uno de los premios nacionales a la Innovación Tecnológica del Citma en 2021.
Cuando pregunto sobre la importancia de una institución como el CEA en el contexto de Cuba y cuánto puede aportar, el director del centro responde que es estratégico para el desarrollo científico nacional y destaca su concepción como “plataforma abierta multidisciplinaria con tecnología de punta, en algunos casos tecnología que, por sus prestaciones, es única en el país, y laboratorios con potencialidades para desarrollar investigaciones que antiguamente requerían salir al extranjero por largos periodos de tiempo y que hoy podemos hacer en Cuba”.
La visión del CEA −añade− va más allá del desarrollo de las nanociencias y las nanotecnologías, tiene una relevancia a nivel de país para el desarrollo de las ciencias en general en Cuba.
“Estamos hablando de la biotecnología, de las ciencias de la vida, las ciencias de la salud, las ciencias de los materiales… Porque el CEA es una plataforma o un conjunto de instalaciones con equipamiento y personal altamente calificado, con un experiencia y conocimiento que hemos logrado agrupar en un solo centro; con condiciones de laboratorio y experticias que normalmente en el mundo se encuentran diseminadas”, dice.
Fuente: Cubadebate – 7 enero 2025