España ya registra cinco casos de hepatitis rara infantil. A los tres de la semana pasada en Madrid, se suman dos localizados de forma retrospectiva. Desde la alerta emitida desde Europa, en España y en otros países, se está haciendo un barrido retrospectivo de situaciones similares en torno a las hepatitis raras infantiles.
Ahora ya serían cinco los niños con esta infección de origen misterioso, tras la confirmación de que en Galicia se han hallado dos casos más de menores que encajan con el perfil de haber sufrido esta la alteración hepática. Todas las comunidades mantienen los sistemas de vigilancia en alerta. El jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, Federico Martinón-Torres, transmite un mensaje de «tranquilidad absoluta» sobre la hepatitis aguda de origen desconocido en niños. «Los casos reportados en España entran dentro del número esperable».
«Lo cierto es que el sistema de vigilancia de alerta del Reino Unido es modélico y ha servido para poner sobre la mesa este problema. Siempre ha habido casos de este tipo, pero lo significativo de estos casos es que se concentran en un periodo de tiempo concreto y en varios países a la vez«, explica a este periódico Antonio Rivero-Juárez, investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red Enfermedades Infecciosas (CiberINFEC), (que concentra el área de Enfermedades Infecciosas del CIBER) y de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Reina Sofía e Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic).
Ante la alarma generada sobre si se trata de un brote concreto y si hay un perfil de paciente claro, «hasta ahora sabemos poco, porque todo lo que se barajan son hipótesis, como la toxicológica y el adenovirus, entre otros», explica Rivero-Juárez. A su vez, describe que el cuadro de síntomas que acompañan a los casos que registran como sospechosos es «un tanto inespecífico».
Síntomas de sospecha
En este sentido, Dolores Ocete Mochón, vocal del Grupo de Estudio de Hepatitis Vírica (GEHEP) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), explica que «se trata de niños que han tenido alteraciones digestivas, como diarrea, vómitos, acompañado de un cuadro de ictericia. No suele darse fiebre. Y en la analítica se ha fijado que las transaminasas sean superiores a 500″.
Sobre la etiología, Ocete también apunta los descartes. «Vemos que la vacuna anti-covid no tiene relación, ya que los niños no estaban vacunados. En la etología, si bien se sospecha sobre todo en virus, no se pueden descartar otras etiológicas, tóxica, sino que se busca qué tienen en común todos los casos descritos hasta el momento».
Los especialistas que están estudiando los 13 casos detectados hasta el momento en Escocia, liderados por Kimberly Marsh y Nick Phin, del Servicio Escocés de Salud Pública, han publicado en la revista Eurosurveillance sus líneas de investigación. «Las hipótesis iniciales sobre la naturaleza etiológica de la hepatitis grave incluían un patógeno infeccioso o una exposición tóxica a alimentos, bebidas o juguetes preferidos por los niños más pequeños. Los análisis de toxicología están en curso entre casos de todo el Reino Unido, aunque las respuestas al cuestionario de investigación mejorado sobre hábitos de alimentos, bebidas y cuidado personal aún no han identificado ninguna exposición común».
Por eso, entre las hipótesis que ambos expertos en infecciosas enumeran están los casos de reinfecciones por SARS-CoV-2. «Se había observado en modelos animales que esto podía suceder, pero no hasta el momento en humanos. Hay un pequeño porcentaje de niños que sí que podrían responder a esto, pero no el colectivo entero», detalla Rivero-Juárez.
Dado el carácter transnacional de las hepatitis, sin vínculos producidos por viajes, «se busca un tóxico en común entre los diferentes países», explica el investigador del CiberINFEC. «Buscamos al agente biológico responsable de las hepatitis. En España estamos haciendo estudios retrospectivos, en nuestro hospital [General de Valencia] sí que teníamos la sensación de que ha habido un incremento de adenovirus, pero todavía hay que ver si se cumplen todos los requisitos», manifiesta Ocete.
Recientemente, el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC por sus siglas en inglés) confirmaba el diagnóstico de nuevos casos de hepatitis de origen desconocido en niños en Dinamarca, Irlanda y Holanda. Aunque el organismo europeo no ha detallado el número de nuevos afectados, estos casos se unen a los 74 ya detectados previamente en Reino Unido y los cinco diagnosticados en España. Por otro lado, el ECDC también notificó la detección de nueve casos de estas hepatitis en nueve niños de entre 1 y 6 años de edad de Alabama (Estados Unidos), que también presentaban infección por adenovirus.
Perfil del paciente
La sospecha de los adenovirus se basa en que suelen «ser frecuentes en los menores [en el perfil del paciente descrito en el registro de Reino Unido son menores de 10 años] y se dan casos de gastroenteritis y problemas digestivos que cursan en forma de hepatitis», añade Rivero-Juárez.
En ese rastreo de pistas, también se incluyen bacterias y hongos. «El caso es que los análisis de las muestras llevan tiempo. La búsqueda de agentes toxicológicos son las que más tiempo requieren. Y hasta que no tengamos todas las posibles causas no podemos descartar nada», remacha el investigador del CiberINFEC.
Por ello, el tratamiento es, de momento, sintomático. «Como no tienen ninguno de los virus de la hepatitis de la A a la E, no podemos usar los antivirales diseñados para estos casos. Tampoco se corresponden con casos a los que se le pueda asignar con un origen zoonótico, como el orthohepevirus C. Por ello se debe abordar la sintomatología», subraya Rivero-Juárez y añade que «en el peor de los casos, los niños precisarán un trasplante». Sin embargo, lejos de alarmar, el investigador lanza un mensaje de calma porque «todos los casos se han resuelto de forma favorable».
Así, según Martinón-Torres, de momento, en España, los casos que se han reportado oficialmente todavía son escasos, por lo que, desde el punto de vista de la población, no cree que haya que tomar «ningún tipo de medida especial». «El sistema de Pediatría, tanto de Atención Primaria como Hospitalaria, así como de Urgencias, está alertado. Sabemos qué hacer en caso de que se dé un caso», ha reiterado.
abril 24/2022 (Diario Médico)