La ciencia, ese campo de la actividad humana estructurada con la intención de producir conocimiento nuevo, verificable y generalizable sobre la realidad objetiva, ha venido ocupando en el mundo un espacio creciente en la sociedad, con una cantidad cada vez mayor de personas e instituciones dedicadas para esa labor.
En Cuba, la función de la ciencia en el proyecto de desarrollo social es una de las originalidades de la Revolución Cubana: nunca antes en un país subdesarrollado el pensamiento científico y la práctica de la investigación científica habían tenido una función tan protagónica en un proceso de transformación social; función, además, diseñada y construida coherentemente a partir de la visión enunciada por Fidel Castro el 15 de enero de 1960 de que “El futuro de nuestra Patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de Ciencia, de hombres de pensamiento” .Han pasado 61 años y ese futuro es el presente de hoy.
No es el propósito de este artículo enumerar las realizaciones de la ciencia en Cuba. Son conocidas.
Lo que nos proponemos aquí es argumentar que la ciencia en el mundo, y en especial la ciencia cubana, está llamada a asumir nuevas responsabilidades en las complejas realidades del siglo XXI. Es necesario entenderlo bien para diseñar las respuestas de nuestra sociedad a esos nuevos desafíos y oportunidades.
Día de la Ciencia en Cuba. La Ciencia y sus nuevas responsabilidades