El gigante farmacéutico Merck y un laboratorio estadounidense anunciaron recientemente que un fármaco oral contra la COVID-19 que están diseñando mostró efectos positivos en la reducción de la carga viral.
“Sabiendo que existe una necesidad insatisfecha de tratamientos antivirales para el SARS-CoV-2, estos resultados preliminares nos alientan”, dijo Wendy Painter, directora de medicamentos de Ridgeback Biotherapeutics, en un comunicado.
Merck interrumpió su trabajo sobre dos vacunas contra la COVID-19 a finales de enero, pero continúa investigando dos tratamientos contra la enfermedad, incluido el molnupiravir, desarrollado con la empresa estadounidense Ridgeback Bio.
El medicamento redujo significativamente la carga viral en los pacientes después de cinco días de tratamiento, dijo la compañía recientemente en una reunión con especialistas en enfermedades infecciosas.
La segunda fase de la prueba (los ensayos tienen tres fases antes de una posible comercialización) se llevó a cabo en 202 pacientes extra hospitalarios que tenían la COVID-19 con síntomas.
No hubo alerta en cuanto a seguridad, y “de los cuatro incidentes graves reportados, ninguno fue considerado en relación con el fármaco estudiado”, dijo el laboratorio.
Los resultados de este estudio “son prometedores”, aseguró William Fischer, uno de los directores de la investigación y profesor de medicina en la Universidad de Carolina del Norte.
“Si se refuerzan con estudios adicionales, podrían tener importantes consecuencias en términos de salud pública, ya que el virus continúa propagándose y evolucionando en el mundo”.
Merck también está trabajando en un tratamiento llamado MK-711.
Los primeros resultados de los ensayos clínicos muestran una reducción de más del 50 % en el riesgo de muerte o insuficiencia respiratoria en pacientes hospitalizados con formas moderadas a graves de la COVID-19, dijo el grupo a fines de enero.
Tomado de: Al Día, Noticias de Salud