Para ello, se realizó una investigación entre el intervalo de una PCR (reacción en cadena de polimerasa) positiva y niveles IgG posteriores a la vacuna. Desde que comenzara la pandemia del coronavirus, la vacunación masiva siempre se ha considerado una de las medidas más importantes para controlar la pandemia. Pero, aunque los datos de los ensayos clínicos son alentadores, la evidencia en el mundo con respecto a las vacunas sigue siendo muy escasa.
En particular, es importante describir la inmunogenicidad y la eficacia entre grupos étnicos específicos, ya que la enfermedad afecta de forma desproporcionada a ciertas minorías étnicas por razones que no se comprenden del todo, pero que no son totalmente atribuibles a factores socio demográficos. Asimismo, la respuesta inmunitaria posterior a la vacunación entre las personas previamente infectadas sigue sin estar clara y un tema en constante investigación.
Un estudio realizado en el Centro Médico isrealí Ziv (ZMC), demostró que se puede conseguir la inmunidad sin anticuerpos IgG detectables. El Centro Médico Ziv es un hospital de 350 camas que da servicio al norte de Israel y que cuenta con una plantilla multiétnica de unas 1 500 personas que incluye a judíos y árabes entre otros. A partir de diciembre de 2020, el ZMC ha ofrecido la vacuna basada en el ARNm (ARN mensajero) a todo su personal, incluido el personal administrativo, sin exclusión específica para las mujeres embarazadas.
Antes de la vacunación, los trabajadores sanitarios del centro consintieron que se midiera su nivel de anticuerpos IgG neutralizantes, utilizando el ensayo cualitativo Abbott Architect SARS-CoV-2 IgG. Para determinar la infección previa por el SARS-CoV-2, se preguntó a los trabajadores sanitarios mediante una encuesta si habían tenido una prueba de PCR positiva en el pasado e identificaron las pruebas de PCR positivas de todos los participantes en los registros del hospital. También se pidió a los trabajadores que dieran su consentimiento para realizar una prueba de nivel de anticuerpos IgG 21 días después de la primera dosis.
Intervalo PCR positiva y niveles IgG posteriores a la vacuna
Las tendencias en los niveles de IgG por edad se investigaron utilizando la prueba no paramétrica de Cuzick. Entre aquellos con una prueba de PCR previamente positiva, se determinó la asociación entre el intervalo de tiempo entre una prueba positiva y la vacunación y los niveles de IgG posteriores a la vacunación utilizando una regresión lineal comparando también la edad y el origen étnico de cada uno.
De las 1 378 trabajadoras sanitarias que recibieron la primera dosis de la vacuna, 514 participaron en el estudio y se les midieron los niveles de anticuerpos a los 21 días. Entre los que recibieron la vacuna, 385 fueron sometidos a pruebas de niveles de IGg al inicio, antes de la vacunación. De ellos, seis eran IgG positivos, incluyendo cuatro trabajadores sanitarios que tenían evidencia de una prueba de PCR previamente positiva; otros 11 trabajadores sanitarios habían registrado evidencia de una prueba de PCR positiva entre marzo y noviembre de 2020, pero eran IGg negativos. Entre los 15 individuos con una prueba de PCR positiva anterior, el tiempo transcurrido entre la prueba de PCR positiva y la vacunación osciló entre 39 y 308 días.
Las diferencias en los niveles de IgG por edad encontradas fueron pequeñas y no tienen una importancia clínica clara. La respuesta observada entre los individuos previamente infectados sugiere que la inmunidad de memoria mediada por células B se conserva independientemente del estado de IgG.
Por lo tanto, en situaciones de escasa disponibilidad de vacunas, se puede asumir que la mayoría de los individuos con evidencia previa de infección no son prioritarios para la vacunación, independientemente de los niveles de IgG previos a la vacunación. Sin embargo, la infección no protege al cien por cien contra una reinfección y ofrecer la vacunación a estos individuos puede servir como una protección adicional.
Tomado de: Al Día, Noticias de Salud