La concepción, diseño e implementación del protocolo de actuación nacional para la COVID-19, conducido por el Grupo de Ciencia creado en el país para enfrentar la pandemia, figuró entre los principales aportes del sector durante el 2020.
Como informaron en un encuentro con la prensa directivos del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), presidido por la titular del ramo Elba Rosa Pérez Montoya, los estudios vinculados al combate a la epidemia estuvieron centrados básicamente en mejorar la caracterización de los grupos de riesgo, evitar el contagio, detectar precozmente portadores y enfermos, predecir y prevenir la transición hacia la gravedad, aumentar la eficacia del tratamiento del paciente grave, favorecer la recuperación y evitar secuelas, el manejo psicológico de los pacientes y sus contactos, las investigaciones básicas y de laboratorio y los ensayos clínicos.
En el año recién terminado se reordenó el Sistema de Programas y Proyectos de Ciencia, Tecnología e Innovación, y fueron aprobados 14 Programas Nacionales de Ciencia, Tecnología e Innovación, los cuales comienzan a ejecutarse en el 2021.
Integran la relación los referidos a Producción de alimentos y agroindustria, Envejecimiento, longevidad y salud, Desarrollo energético integral y sostenible, Nanociencias y nanotecnologías, Telecomunicaciones e informatización de la sociedad, Neurociencia y Neurotecnología, Cambio climático, adaptación y mitigación, así como Biotecnología, industria farmacéutica y tecnologías médicas.
Tras un riguroso proceso de evaluación, el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) y el Centro Nacional de Biopreparados (BioCen), pertenecientes al Grupo Empresarial BioCubaFarma, obtuvieron en el 2020 la categoría de Empresa de Alta Tecnología.
Igualmente, fueron constituidos dos parques científicos tecnológicos en La Habana y Matanzas, el primero en áreas de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) y el otro en la Universidad de Matanzas.
Según los datos ofrecidos por el Citma, dentro de los resultados del quehacer científico nacional correspondientes al pasado año aparecen el desarrollo de Catalizadores enzimáticos novedosos para la producción de fructooligosacáridos a partir del azúcar de caña, a cargo del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, Laboratorio de Televisión Digital (Instituto de Investigación y Desarrollo de Telecomunicaciones, Lacetel), Educación superior, gobierno y desarrollo local: avances prácticos y contribuciones académicas (fruto del trabajo conjunto de varias universidades cubanas), y Estado de Conservación de la Fauna Amenazada: Libros Rojos de Cuba (Instituto Ecología y Sistemática, Agencia de Medio Ambiente e Instituto de Ciencias del Mar).
Resaltan, además, el Diseño, desarrollo y generalización en Cuba del primer medio de transporte para virus (btv) para el diagnóstico confirmatorio por RT-PCR DE COVID-19 (BioCen), Transfermóvil: Infraestructura para el comercio electrónico y pago de servicios a través del móvil, utilizando la tarjeta magnética del banco. (Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A., Etecsa), Pesquisador virtual: solución informática para la detección de casos sospechosos de la COVID-19. (Universidad de Ciencias Informáticas, UCI), Jusvinza, medicamento innovador de la biotecnología cubana, para el tratamiento de pacientes graves y críticos con la COVID-19 (CIGB), y Reposicionamiento del anticuerpo monoclonal Itolizumab en el tratamiento de pacientes con la COVID-19 (Centro de Inmunología Molecular.
Si bien todavía no son resultados terminados, al encontrarse en fase de investigación, es ineludible no mencionar los cuatro candidatos vacunales contra la COVID-19, obtenidos en el Instituto Finlay de Vacunas y el CIGB.
Hubo innovaciones importantes relacionadas con el diseño y desarrollo de equipos destinados a la transportación y sus sostenibilidad, fabricación de montacargas, sistema de control automático de luminarias en naves agrícolas, formulaciones de fertilizantes líquidos, sistemas de control de volumen, temperatura y humedad en silos de granos, sistemas automáticos para fertiriego en casas de cultivo y la creación de equipos e implementos destinados a la preparación de tierra, siembra, atenciones culturales, cosecha y transportación agrícola.
Otros hechos a destacar son el primer ensayo clínico de inmunoterapia de la alergia realizado en Cuba, que se publica en una revista internacional de impacto, el cual pone de manifiesto la efectividad de las vacunas terapéuticas Valergen BT (las primeras en el mundo registradas para ese ácaro) en el tratamiento del asma alérgica en países tropicales (logro del BioCen), y la confección del Atlas de Riesgo Climático, en el cual se identifican las especies más sensibles al cambio climático y su posible estado de conservación en escenarios futuros (Instituto de Ecología y Sistemática).
También la implementación de dos nuevos Sistemas de Alerta Temprana dedicados al pronóstico de la circulación del virus del dengue en el país, la circulación y viabilidad del virus de influenza y Sincitial Respiratorio VSR, así como del SARS-COV-2, a escala de municipio y la modernización a tecnología Doppler del radar meteorológico de Casablanca, ambos del Instituto de Meteorología.
Se trata, sin duda, de un loable desempeño en un año sumamente difícil, caracterizado por el recrudecimiento del férreo bloqueo económico de EE.UU. contra de la Isla y los impactos de la pandemia en la economía mundial y doméstica, que muestra de manera fehaciente la materialización de la profecía expresada por Fidel el 15 de enero de 1960, hace hoy 60: «El futuro de nuestra Patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia, tiene que ser un futuro de hombres de pensamiento».
Tomado de: