La humanidad ha estado siempre en deuda con quienes de forma desinteresada y voluntaria han arriesgado sus vidas por el bien común ante circunstancias de desastres, epidemias y otras situaciones extremas. Nunca serán suficientes las muestras de gratitud para tanta entrega.
Precisamente, en este 2020 volvió aflorar la solidaridad ante la aparición de la COVID-19, pandemia empecinada en robar vidas humanas y resistirse a ser un mal olvido en nuestro planeta. Obligó a modificar modos de vida, horarios de trabajo, a adoptar medidas, a romper con lo que hasta este momento parecía inamovible. Más, surgieron quienes dejaron a un lado sus “yo” y salieron para darle la cara a un virus que aún mantiene en vela a la comunidad científica internacional.
En esos hombres y mujeres están las esencias de otros muchos seres humanos que, con anterioridad también prefirieron salvar al resto. Un ejemplo de ello fue parte de la tropa del General Ángel del Castillo, azotada en agosto de 1869 por un brote de cólera en un sitio conocido como el potrero de Los Guanales, perteneciente a la provincia de Ciego de Ávila. El jefe mambí pidió que de forma voluntaria se quedaran en el campamento para ayudar a darle sepultura cristiana a todos los que ya moribundos padecían de aquella mortal enfermedad. Un pequeño grupo de 22 hombres aceptó. En solo 48 horas cumplieron con la misión descrita por Serafín Sánchez Valdivia, uno de los protagonistas, con “matices goyescos al sentir la muerte tan cerca”.
En resumen, según declaraciones del historiador Carlos Gómez González, fueron sepultados 107 hombres y solo siete de los 22 voluntarios tuvieron la dicha de quedar con vida. Desde entonces, la historia los recuerda con el apelativo de Héroes de Los Guanales.
En su honor y como merecido tributo, la junta de la Filial Provincial de la Sociedad Cultural José Martí y motivados por la iniciativa de la Historiadora de la ciudad de Sancti Spíritus, María A. Jiménez Margolles, acordó instituir el Reconocimiento Héroes de Los Guanales como síntesis de la más alta y noble idea de entrega, altruismo, solidaridad y sobre todo humanismo.
Por primera vez se confirió al Hospital de Rehabilitación Doctor Faustino Pérez, centro de aislamiento para sospechosos de COVID–19, desde el mes de marzo; al Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, puntera de las investigaciones científicas en la provincia, y al Sistema Integrado de Urgencias Médicas espirituano.
Tal distinción le fue conferida asimismo al doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, médico que representa cuánto se hace en Cuba para enfrentar al virus SARS-CoV-2. La ceremonia tuvo lugar en la Biblioteca Provincial Rubén Martínez Villena, de Sancti Spíritus, donde se anunció que el doctor Durán prometió visitar la ciudad yayabera para compartir la alegría con nuestro pueblo.