El Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) se celebra el tercer miércoles de noviembre, fecha en que se intenta promover en todo el mundo una comprensión de este problema de salud y una mejor atención a quienes lo padecen.
La EPOC se caracteriza por una reducción persistente del flujo de aire. Los síntomas empeoran gradualmente y la disnea, que es persistente y al principio se asocia al esfuerzo, aumenta con el tiempo hasta aparecer en reposo. Es una enfermedad que no siempre se llega a diagnosticar, y puede ser mortal. “Bronquitis crónica” y “enfisema” son dos términos que han dejado de utilizarse y quedan englobados en el diagnóstico de EPOC.
De acuerdo con el Estudio de la Carga Mundial de Morbilidad, la prevalencia de la EPOC en 2016 fue de 251 millones de casos.
Se estima que en 2015 murieron por esta causa cerca de 3,17 millones de personas en todo el mundo, lo cual representa un 5 % de todas las muertes registradas ese año. Más del 90% de las muertes por EPOC se producen en países de bajos y medianos ingresos.
La principal causa de la EPOC es la exposición al humo del tabaco (fumadores activos y pasivos). Otros factores de riesgo son la exposición al aire contaminado, tanto de interiores como de exteriores, así como al polvo y el humo en el lugar de trabajo.
La EPOC tiene una evolución lenta y generalmente se hace evidente a partir de los 40 o los 50 años de edad. Sus síntomas más frecuentes son la disnea (dificultad para respirar), la tos crónica y la expectoración (con mucosidad). A medida que la enfermedad empeora, los esfuerzos del día a día como subir unos cuantos escalones o llevar una maleta, o incluso las actividades cotidianas, pueden hacerse muy difíciles.
La EPOC es prevenible, pero incurable. El tratamiento puede ayudar a ralentizar su progresión, pero la enfermedad suele empeorar con el tiempo.
La Biblioteca Virtual en Salud (BVS-Cuba) le propone revisar la Guía de Práctica clínica Atención Integral al paciente con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) desde la atención primaria a la especializada.
En esta GPC se proponen una serie de recomendaciones y estrategias de prevención primaria, secundaria y terciaria, así como de diagnóstico y terapéutica, que esperamos sean de ayuda en la toma de decisiones, tanto para los profesionales como para los pacientes.
Fuente: http://www.sld.cu/anuncio/2020/11/18/guia-de-practica-clinica-para-la-atencion-integral-al-paciente-con-enfermedad-pul