Organizaciones de la sociedad civil cubana, reunidas en la sede de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas, con motivo de la celebración de este día internacional llamamos la atención a las Naciones Unidas, en especial a su Secretario General y a la sociedad civil sobre el problema mundial de las drogas, con el ánimo de promover en todos los niveles medidas nacionales e internacionales para enfrentar este fenómeno.
El problema mundial de las drogas continúa afectando cada año a un mayor número de personas, principalmente a los jóvenes, debido a la aplicación de medidas parciales, que no tienen en cuenta sus causas raigales y no se aborda en definitiva desde un enfoque integral y preventivo.
En nuestro país el problema del consumo ilícito de drogas no constituye un problema social ni de salud de alta incidencia. No obstante, el sistema de salud pública de Cuba, universal y gratuito, los órganos de administración de justicia, los centros de investigación y educación, así como la sociedad cubana en general durante muchos años, ha desarrollado una política basada en un trabajo mancomunado. Con este enfoque se aplican políticas que privilegien la prevención, el tratamiento, la rehabilitación y la inserción social de las personas, que aunque con una prevalencia reducida en nuestro país, consumen sustancias ilícitas. Con pocos recursos hemos conseguido combatir eficazmente el consumo y el tráfico ilícito de drogas, lo que demuestra que lo principal es la voluntad de los gobiernos de enfrentar el fenómeno y de trabajar de forma conjunta con la sociedad civil para alcanzarlo.
Las asociaciones cubanas que suscriben esta declaración abogan por el fortalecimiento y la aplicación del actual marco jurídico internacional para el control de las drogas, conformado por las tres Convenciones de Naciones Unidas sobre drogas, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC), así como la Declaración Política y el Plan de Acción adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2009, ya que consideran que la implementación de llamados nuevos enfoques para contrarrestar la problemática de las drogas, sin atacar las causas que la originan sólo nos puede llevar al fracaso.
Varios países se hacen eco de que con la despenalización de su consumo, su legalización y la reforma del Régimen Internacional de Control de Drogas pueden enfrentar el problema de las drogas con mayor efectividad. Las organizaciones de la sociedad civil cubana somos contrarias a esa posición que obvia la necesidad de que los pueblos, fundamentalmente sus generaciones futuras, vivan en lugares seguros, con valores morales y hábitos de vida saludables, capaces de rechazar el consumo de sustancias altamente nocivas para su bienestar biológico, psicológico, social y cultural.
Saludamos que la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible incluyera la labor de las Naciones Unidas en el enfrentamiento al Problema de las Drogas y a otros males sociales conexos. El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) No. 3 sobre Salud y bienestar nos llama a fortalecer la prevención y el tratamiento del abuso de sustancias adictivas, incluido el uso indebido de estupefacientes y el consumo nocivo de alcohol. Asimismo, el ODS No. 16 nos llama a promover sociedades pacíficas e inclusivas y entre sus metas, se encuentra la reducción significativa de todas las formas de violencia y las tasas de mortalidad en todo el mundo. El problema de las drogas en todos sus aspectos es sin lugar a dudas una de las causas de inseguridad y de muertes en el mundo.
Organizaciones de la sociedad civil cubana queremos concluir señalando que en el plano internacional en el enfrentamiento del problema mundial de la drogas la cooperación internacional es el medio esencial para enfrentar este problema sobre la base de la responsabilidad común y diferenciada de todos los Estados, con estricto apego al Derecho Internacional y a los principios enunciados en la Carta de Naciones Unidas, como la soberanía e integridad territorial de los Estados y la no intervención en sus asuntos internos. Además, en el plano nacional persistiremos en nuestro trabajo preventivo conjuntamente con nuestras instituciones nacionales para oponernos a que nuestra sociedad pueda ser azotada por el flagelo de la drogas. Asimismo, invitamos al Secretario General a no ceder en el enfrentamiento a esta problemática global y a continuar analizando con regularidad la situación existente en el planeta sobre este tema.
La Habana, 25 de junio de 2016