Los plaguicidas son sustancias químicas o biológicas diseñadas para prevenir, destruir o controlar organismos considerados plagas, como insectos, hongos, malezas, roedores y otros. Se caracterizan por su diversidad química, mecanismos de acción y efectos tóxicos potenciales en humanos y el ambiente. La toxicidad de los plaguicidas depende de su composición, vía de exposición (oral, dérmica, inhalatoria), dosis, frecuencia y características individuales como edad, sexo y estado de salud. Los efectos pueden ser agudos (rápidos, tras una exposición corta) o crónicos (por exposiciones repetidas o prolongadas
La clasificación de los plaguicidas: según el tipo de plaga que combaten se dividen en insecticidas, herbicidas, fungicidas, rodenticidas, acaricidas y nematicidas; por su estructura química se agrupan en organoclorados, organofosforados, carbamatos, piretroides y compuestos inorgánicos; de acuerdo con la toxicidad establecida por la OMS, se clasifican en sumamente peligrosos (Ia), muy peligrosos (Ib), moderadamente peligrosos (II), poco peligrosos (III) y productos que normalmente no ofrecen peligro (IV), basándose principalmente en la dosis letal media (DL50) oral o dérmica; y según su persistencia ambiental, pueden ser no persistentes, moderadamente persistentes, persistentes o permanentes, dependiendo de su vida media en el ambiente
Referencias:
González Valiente ML, Mederos Gómez A, Conil Diaz T, a etal. Sistema de informaciónEstadística Integrado de Toxicología. Dirección Nacional de Estadística; [2009][citado 2025 May 2]
Fuentes Sablón Y, Pérez Rodríguez S, Tamayo Castro R. Caracterización de intoxicaciones por plaguicidas en Cuba. Panorama Cuba y Salud. 2020;15(Especial):55-62.
Ramírez N, Lacasaña M. Efectos de los plaguicidas sobre el ambiente y la salud. Rev Cubana Salud Pública. 2014;40(3):522-534.
Ministerio de Salud Pública de Cuba. Reporte epidemiológico de intoxicaciones por plaguicidas. La Habana: MINSAP; 2021