Bromuro de metilo

CENTRO NACIONAL DE TOXICOLOGÍA

Ave. 31 y calle 114, Marianao. La Habana. Cuba

Correo electrónico: cenatox@infomed.sld.cu

 

PRODUCTOS INDUSTRIALES CODIGO: PI 004

 Versión: 01

Fecha:16/07/2023

Nombre genérico: Bromuro de metilo
 Sinónimos: Monobromometano, Bromometano
CUADRO CLÍNICO:

La toxicidad sistémica moderada se caracteriza por cefalea, náuseas, vómitos, cambios visuales, confusión, maleza, vértigo, debilidad, parestesias y disnea. Típicamente los síntomas se demoran de 4 a 6 horas. El tremor, ataxia, trastornos  mioclónicos, emocionales y de conducta, pueden acompañar otros cambios neurológicos. Los trastornos neurológicos se pueden confundir con psicosis y con el Síndrome de Rey. Las exposiciones severas pueden producir bronquitis, neumonitis, edema pulmonar, convulsiones y coma. La afectación neurológica o psiquiátrica permanente (Ej. Cambios en la conducta, neuropatías periféricas y ataxia) se pueden presentar después de la intoxicación con metilbromuro. La exposición cutánea puede producir eritema y formación de vesículas características de una quemadura química de segundo grado.

Efectos  crónicos usualmente se limita al sistema nervioso central aunque se ha reportado una moderada elevación de los niveles de aminotransferasa hepática en trabajadores industriales. Un  fumigador crónicamente expuesto a bromuro de metilo presentó parestesias de las extremidades, disestesias y afectación visual secundaria  a una atrofia óptica. Se detectó una disfunción  neurológica moderada (ej. Disminución de la sensibilidad de los dedos, reducción de la eficacia cognoscitiva y anormalidades de la conducta) en fumigadores de suelo sometidos a un estudio.

TRATAMIENTO:

I.  Soporte de las funciones vitales

II.   Eliminación del tóxico en la puerta de entrada:

  • Vía inhalatoria: Retirar al paciente del sitio de exposición, suministrar oxígeno humidificado hasta que mejore la sintomatología.
  • En caso de contacto cutáneo u ocular, el tratamiento consiste en retirar de inmediato toda la ropa contaminada y en iniciar cuanto antes una irrigación abundante, continua y prolongada (20 min) de agua, y una posterior (nunca antes) consulta con dermatólogo y/o oftalmólogo, porque las lesiones pueden ser importantes. Irrigación durante al menos 30 minutos si contacto ocular.
  •  Vía digestiva: Realizar  lavado gástrico y administrar carbón.

III.    Eliminación de la sustancia tóxica absorbida: no procede

IV.    Antidototerapia: no procede

V.    Tratamiento sintomático y de las complicaciones

INFORMACIÓN ADICIONAL

El Bromuro de Metilo es un gas fumigante cuyas escasas propiedades olfatorias no permite que se detecte su presencia, lo cual contribuye a su toxicidad. Han ocurrido muertes durante el proceso de aplicación, después de operaciones de limpieza  y de entrada prematura en locales fumigados con este producto. Los efectos tóxicos especialmente en el SNC pueden acarrear incapacidad a largo plazo. El metilbromuro es un irritante de la piel, ojos y la membrana de la mucosa, este produce edema pulmonar, convulsiones y coma en altas dosis.

 -Toxicocinética:

  • Absorción:

Su rápida absorción a través de los pulmones es una vía usual de su toxicidad. La absorción cutánea ocurre,  pero la toxicidad sistémica no es significativa usualmente no obstante el metilbromuro penetra fácilmente la goma, la piel y la ropa, lo que puede traer consigo un contacto cutáneo directo y quemaduras químicas severas.

  • Eliminación:

Aunque el mecanismo exacto no se ha estudiado bien, parte del Metilbromuro es exhalado invariable y el resto se metaboliza en 5- metilcisteína, lo cual se excreta en la orina.

– PATOFISIOLOGIA

Es un irritante pulmonar de acción retardada, al hidrolizarse produce Metanol y Acido hidrobrómico. El metabolismo para Metanol produce cambios neurológicos y visuales, aunque actualmente la metilación de los grupos Sulfihidrilos en las enzimas vitales es el mecanismo de acción preferido.

Bibliografía

Ellenhorn MJ, Barceloux DG. Medical Toxicology: diagnosis and treatment of human poisoning. New York: Editorial Elsevier; 1988. p. 981-2.