Dr. Jesús Dueñas Becerra
Miembro activo
Consejo Internacional de la Danza
La Dra. Georgina Fariñas García, jefa del Grupo UNESCO de Psicoballet, es la creadora de ese método de tratamiento genuinamente cubano, que ha trascendido las fronteras geográfico-culturales del archipiélago cubano, que lo vio nacer y crecer en los años 70 de la pasada centuria.
Desde sus inicios, el Psicoballet contó con el apoyo incondicional de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso (1920-2019), directora del Ballet Nacional de Cuba (BNC), Patrimonio Cultural de la Nación, y miembro de honor del Consejo Internacional de la Danza hasta su lamentable deceso, y de los doctores Abelardo Ramírez (1938-2002), viceministro de Salud Pública, Eduardo Bernabé Ordaz (1921-2006), director fundador del Hospital Psiquiátrico de La Habana, y Eusebio Leal Spengler (1942-2020), historiador de La Habana.
En el Psicoballet, ciencia y arte se funden en cálido abrazo para contribuir al equilibrio bio-psico-socio-cultural y espiritual de los niños y jóvenes con necesidades educativas especiales y adultos mayores que reciben sus beneficios, tanto terapéuticos como rehabilitatorios.
Desde 1973, fecha de su aparición en el campo de la salud pública cubana, el Psicoballet ha sido aplicado a más de 25 mil personas, con resultados satisfactorios desde los puntos de vista psicosocial, humano y espiritual.
En 2008, después de ganar el Premio Distinción Especial en el XIII Foro de Ciencia y Técnica, el Psicoballet trasladó su sede al Museo Casa África, en La Habana Vieja, con el proyecto ARTEVIDA por una Cultura de Paz, dirigido especialmente a jóvenes con discapacidad cognitiva. Dicho proyecto cuenta con la valiosa ayuda del intelectual Alberto Granado, director de la institución, y de la Oficina del Historiador de La Habana.
El Psicoballet tiene filiales en la mayor isla de las Antillas y en el exterior, mientras, el Consejo Internacional de la Danza (CID-UNESCO), lo constituyó en fecha reciente Grupo Internacional de Psicoballet..
La doctora Amelia Thereza de Moura Vasconcellos, psiquiatra y psicoanalista brasileña, estima que el Psicoballet, «en tanto obra de infinito amor, es expresión genuina de humanismo revolucionario en la patria del venerable padre, Félix Varela, José Martí y don Enrique José Varona, piedras fundacionales de la psicología insular».
Por otra parte, evidencia, sin duda alguna, «que en la Perla del Caribe sí se respeta la dignidad humana del otro diferente, porque se hace realidad tangible, no virtual, un hermoso principio ético-humanista: SÍ a la diversidad, NO a la exclusión.
En ese contexto científico-cultural, hay una demostración práctica que deja una huella indeleble en la memoria sensible del público: las funciones de Psicoballet protagonizadas por niños y jóvenes con necesidades educativas especiales, pacientes con afecciones mentales de larga evolución y personas de la tercera edad.
La reacción emocional que genera ese hecho es indescriptible con palabras, porque acaricia el intelecto y el espíritu del hombre y lo invita a bendecir las amorosas y devotas «manos que [según el Apóstol] « [
] rectifican esas equivocaciones, y endulzan esos errores sombríos de la ciega madre creación».
Si ese método artístico-terapéutico, valorado por el Comandante Fidel Castro Ruz (1926-2016), líder histórico de la Revolución Cubana, como «original aporte al desarrollo de la psicología y la cultura cubanas», sólo sirviera para despertarles la fe y la esperanza a esas personas, el Psicoballet tiene un espacio reservado en ese mundo mejor al que aspira la humanidad.