Como cada 9 de Enero el Hospital  Psiquiátrico de la habana  Eduardo B Ordaz se viste galas para rendir merecido homenaje al Dr. Bernabe Ordaz en su primera entrada al hospital. Nos acompañaron en el homenaje, directivos del MINSAP, de la DGS de La Habana, el PCC de la Provincia y el Municipio, Centros de Salud Mental, Proyectos Comunitarios, pioneros de las escuelas vecinas, además de los pacientes y trabajadores del Hospital

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Al día siguiente de la entrada de Fidel a La Habana, el 9 de Enero, en horas muy tempranas de la mañana, tuvo su primer encuentro con aquel “hospital de mil demonios”, el que siempre recordó como le dijera Fidel: “…Vas a tener que traspasar El Infierno de Dantes, pues ni en los momentos más duros de la Sierra Maestra había presenciado tanto dolor humano.

Unos 6000 enfermos estaban hacinados en criminal promiscuidad, pues solo existían 2000 camas, casi todas destartaladas y sucias, con bastidores que pinchaban, herían o rozaban el suelo. Aquella inmensa instalación carecía de luz, agua y alcantarillado; centenas de enfermos estaban desnudos y abandonados. Muchos morían por desnutrición, diarreas u otras enfermedades, pues siempre comía el más fuerte o aquel que podía batallar un pedazo de pan. Aquel hospital era considerado como un “almacén de locos”, donde la única cura posible era la muerte. El presupuesto que tenía el hospital aquel 9 de Enero era de 12 centavos por día.

Fue fundado en el 1857 como Casa General de Dementes de la Isla de Cuba, en los terrenos propiedad de Don José Mazorra. En su inicio, esta “casa de dementes” estuvo destinada como Casa de Beneficencia para los emancipados esclavos seniles, vagabundos y orates, además de aquellos “ciudadanos” a los que el Capitán General José Gutiérrez de la Concha y todos los que le sucedieron hasta el 1 de enero de 1959, “ordenaban ingresar”.

La primera actividad que desarrolló Ordaz, fue la clasificación de cada uno de los miles de enfermos que estaban recluidos, actividad que se realizó con la ayuda de varios psiquiatras que se mantuvieron fieles junto a él. Una vez concluida ésta, por primera vez en Cuba se comenzó a aplicar terapias de rehabilitación, sobre la base de que ningún paciente estuviera inactivo. Todos debían estar vinculados al trabajo, al deporte, a la recreación y a la cultura.

 

En aquella primera etapa de su mandato en el Hospital Psiquiátrico, Ordaz realizaba los acostumbrados recorridos por la instalación en un caballo moro que le obsequiara un amigo.

Comenzó así su activa e ininterrumpida participación en los destinos de la Revolución; todo sin olvidar a su terruño al que visitaba constantemente, en especial si se trataba de aperturas de eventos políticos, culturales y deportivos, acompañado en muchas ocasiones por otras personalidades del Gobierno.

 

https://www.ecured.cu/Eduardo_Bernab%C3%A9_Ordaz#Labor_en_el_Hospital_Psiqui.C3.A1trico_de_la_Habana

Era el 8 de Enero de 1959 y Cuba entera vestia de Verde Olivo. Desde Santiago hasta La Habana, millones de personas vitoreaban a los guerrilleros y aclamaban a Fidel Castro. 

Habían pasado 7 días, desde El Triunfo de la Revolución. Los barbudos entraban a la acapital, luego de recorrer todo el Territorio Nacinal. Los tanques y otros equipos blindados del ejercito del dictador Fulgencio Batista sirvieron a los Rebeldes para realizar la Caravana de la Libertad.

Fue un día histórico. Un mar de pueblo inundó las habaneras calles. Dicen los que tienen edad para contarlo, que en cada sitio por donde transitaban los guerrilleros, la garganta del pueblo enronquecía en un grito libertario.

https://www.presidencia.gob.cu/es/noticias/cuando-fidel-y-la-libertad-entraron-a-la-habana-audio/

Nace la psicoanalista austríaca Anna Freud, (Viena, 3 de diciembre de 1895 – Londres, 9 de octubre de 1982) era de origen judío, Hija de Sigmund Freud. No solo se destaco en el psicoanálisis infantil, sino que también realizo observaciones detalladas de bebes para comprender más a fondo el desarrollo temprano del ego y los mecanismos de defensa.

Anna Freud fue una figura fundamental dentro del psicoanálisis. No solo continuó el legado de su padre, sino que también propició grandes aportes en el campo de la psicología. Como pionera en el psicoanálisis infantil, revolucionó nuestra comprensión del desarrollo y el funcionamiento de la mente en la niñez. A su vez, su papel como mujer fue de suma importancia para un campo de conocimiento que estaba dominado completamente por hombres. Así, Anna destacó por su determinación y capacidad de romper barreras y abrir nuevos caminos para futuras generaciones de mujeres en la psicología y el psicoanálisis.

https://neuro-class.com/anna-freud-y-sus-grandes-aportes-al-psicoanalisis/

 

El Día Internacional de las Personas con Discapacidad la fecha fue proclamada en 1992 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. El objetivo de este día es concientizar sobre la discriminación y exclusión de las personas que padecen alguna discapacidad en la sociedad y en los distintos organismos e instituciones estatales. Resalta la necesidad de fomentar la inclusión con políticas que apunten a la integración y a descartar los prejuicios que dificultan su inserción laboral

https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/efemerides-del-3-de-diciembre-que-paso-un-dia-como-hoy-nid03122024/

Feliz Día de la Medicina Latinoamericana

La Habana, 3 diciembre Trabajadores del sector de la Salud de Cuba y la región Latinoamericana celebran hoy el Día de la Medicina Latinoamericana, en homenaje al natalicio del científico cubano Carlos Juan Finlay y Barrés (1833-1915), descubridor del agente transmisor de la fiebre amarilla. Este año celebramos el 190 aniversario de su natalicio.

Tengan un lindo día todos nuestros médicos y especialmente los de Latinoamérica

https://www.prensa-latina.cu/2024/12/03/homenaje-en-cuba-a-finlay-en-dia-de-la-medicina-latinoamericana/

 

Profesor Ricardo González Menéndez: personalidad emblemática de la psiquiatría cubana y universal
No mueren los que a la patria
y a la ciencia hicieron bien
José Martí.
Dentro de unos días, exactamente el primero de octubre, se conmemora el tercer aniversario del lamentable deceso del Dr. Sc. Ricardo Ángel González Menéndez (1936-2021), profesor titular y consultante de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, quien falleciera como consecuencia de la COVID-19, y fuera mi querido colega y amigo del alma.
Conocí al profesor González Menéndez en 1977; fecha en que integró el cuerpo facultativo del Hospital Psiquiátrico de La Habana, que —en aquel entonces— dirigía el doctor Eduardo Bernabé Ordaz Ducungé (1921-2006), Comandante del Ejército Rebelde.
Si bien nuestra relación —en un principio— solo fue de índole estrictamente profesional, con el discurrir del tiempo, y a través de su esposa, la doctora Isabel de los Ángeles Donaire Calabuch, ese vínculo se fue convirtiendo —«como llega cojeando la verdad de la mano del tiempo», según el pensador heleno Annon— en una relación de tipo afectivo-espiritual, que se mantuvo incólume hasta que se produjo el lamentable deceso del eminente psiquiatra y prolífico escritor.
La trayectoria científico-literaria y periodística de tan ilustre personalidad de las ciencias médicas incluye más de treinta libros publicados por editoriales cubanas y foráneas —muchos de ellos reseñados por este cronista en la Revista del Hospital Psiquiátrico de La Habana (medio de prensa del que fuera editor hasta poco tiempo antes de su desaparición física) — e infinidad de artículos divulgados en revistas biomédicas insulares y extranjeras.
El punto focal o eje central de su producción intelectual y espiritual era el soberano de la creación, percibido por el doctor González Menéndez como una unidad bio-psico-socio-cultural y espiritual indivisible, mientras que su preocupación fundamental consistía en optimizar la calidad de vida del paciente con afecciones neuro-psíquicas o con algún tipo de toxicomanía (alcoholismo, drogodependencia u otras).
Tanto en las páginas de los libros que diera a la estampa, como en las revistas especializadas con las cuales colaboraba de forma sistemática, el profesor González Menéndez reflejaba su experiencia —«ancha y lejana, como la pampa argentina»— acumulada en algo más de medio siglo de entrega en cuerpo, mente y alma al tratamiento a pacientes con alcoholismo u otras adicciones en disímiles países del orbe.
En la vasta obra editorial que vio la luz de la publicidad, el doctor González Menéndez describe la historia del paciente con toxicomanías, el deterioro físico y emocional que lo acompaña, así como la recuperación bio-psico-socio-cultural y espiritual (principal meta que el paciente debía alcanzar); y emplea para ello un estilo novelado y un enfoque ético-humanista por excelencia. Estilo que utiliza —con inteligencia global y emocional— para transmitir conocimientos conceptuales y teórico-metodológicos, así como vivencias adquiridas en el ejercicio hipocrático, y que resulta —sin duda alguna— atractivo y muy diferente al empleado en los textos convencionales dedicados a esos escabrosos temas, que el doctor González Menéndez convertía en florecientes «jardines de esperanza».
Recibió múltiples condecoraciones a lo largo de su exitosa carrera profesional (incluye la docencia médica superior, pre y posgraduada, así como la investigación científica), y sobre todo, permanentes reconocimientos de sus discípulos, colegas y amigos del alma, quienes lo identifican como «maestro de maestros» por su percepción de la medicina como fuente inagotable de ética, humanismo y espiritualidad.
Entre esas distinciones, habría que destacar las siguientes: Presidente de la Comisión Nacional de Ética Médica, Miembro del Tribunal Nacional de Grados Científicos en especialidades clínicas, Presidente de la Sociedad Cubana de Psiquiatría, Miembro de la Academia de Ciencias de Cuba. Miembro de Honor de varias asociaciones psiquiátricas de América Latina y el Caribe, profesor consultante del Hospital «Víctor Larco Herrera», de Perú, profesor honorario de la Universidad Autónoma de República Dominicana.
Profesor visitante de la Universidad «Caetano Heredia», de Perú, profesor honorario del Instituto de Psiquiatras de Lengua Española (IPLE), miembro del Grupo de Redacción de la revista española Adicciones. Miembro del Grupo Nacional de Psiquiatría, miembro de la Comisión Nacional de Salud Mental y miembro de la Comisión Nacional para la prevención y uso indebido de drogas.
¡Gloria eterna al alma noble y buena del profesor Ricardo González Menéndez, quien ya puede mostrar al cielo —con legítimo orgullo— su obra intelectual y espiritual acabada!