Constatar que el país alcanzó al cierre del 2017 la tasa de mortalidad infantil más baja de su historia, con 4,0 por cada mil nacidos vivos, es extraordinario. Así lo corroboran datos preliminares ofrecidos a Granma por la Dirección de Registros Médicos y Estadísticas de Salud (Del Ministerio de Salud Pública), los cuales refieren que en el recién finalizado año, ocurrieron 114 980 nacimientos, 1 892 menos que en el 2016 y se produjeron 465 defunciones en niños menores de un año –32 menos que en el 2016– que es el menor número de muertes hasta el momento registrado.
Y si a alguien le queda dudas de cuánto ello representa, quizá sea ilustrativo constatar en qué medida se han reducido las muertes de nuestros niños, que en el año 1970 ascendían a 9 173 fallecimientos, con una tasa de mortalidad infantil de 38,7.
Ver artículo completo en el diario Granma