La cadera es una articulación que permite un amplio grado de movilidad. Articula el hueso coxal con el fémur, a través de la relación entre el acetábulo (cavidad en la pelvis) y la cabeza del fémur. Los ligamentos que unen estas estructuras y refuerzan la cadera son: el ligamento redondo, el iliofemoral, el isquiofemoral y el pubofemoral.
La presencia de fuertes músculos como el psoas, los glúteos, el cuádriceps o los isquiotibiales, permiten a la cadera realizar movimientos de flexión (llevar la rodilla al pecho), extensión (alejar la rodilla del pecho), abducción (separar o abrir la pierna), adducción (juntar o cerrar la pierna) y rotación externa e interna.
En la articulación de la cadera propiamente dicha o en las estructuras en torno a ella, pueden aparecer diferentes patologías entre las que se encuentran la artrosis de cadera, la displasia de cadera, el choque femoroacetabular o la trocanteritis, además de fracturas ya sean pélvicas o femorales.
La cirugía artroscópica de cadera es una de las principales intervenciones para tratar estas afecciones y es realizada por un equipo de cirujanos especialistas, complementado por enfermeras y fisioterapeutas dedicados a reducir los tiempos de recuperación, controlando y supervisando al paciente en todo momento.
Actualizado: 15 julio 2024