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Cuando hablamos del sistema osteomioarticular nos referimos a todos los huesos, tendones, músculos y articulaciones de nuestro cuerpo. Este sistema es el encargado de los movimientos motrices de nuestro cuerpo.

Los huesos cumplen muchas funciones en el cuerpo: constituyen la estructura, protegen los órganos, sujetan los músculos y almacenan calcio. Si bien es importante desarrollar huesos fuertes y sanos durante la niñez y la adolescencia, en la edad adulta también puedes tomar medidas para proteger la salud de los huesos.

Las articulaciones son donde se unen dos o más huesos. Sus hombros, codos, caderas, rodillas y nudillos son articulaciones. Su columna también tiene articulaciones.

Pero las articulaciones son más que huesos. Incluyen los tejidos blandos que los rodean, como cartílagos, tendones y ligamentos. El cartílago es el tejido flexible, duro y resbaladizo que cubre los extremos de los huesos en una articulación. Los tendones son bandas resistentes y flexibles que conectan los músculos con los huesos para que pueda mover las articulaciones. Los ligamentos conectan los huesos de la articulación entre sí para mantenerlos estables cuando se mueve.

Tener unos huesos fuertes en la infancia es un buen principio para tener una buena salud ósea durante el resto de la vida. Los niños con unos huesos fuertes tienen más probabilidades de evitar la debilidad ósea en etapas posteriores de la vida. Los padres pueden ayudar asegurándose de que sus hijos reciben las cantidades necesarias de calcio y vitamina D en su alimentación, y realicen suficiente ejercicio físico.

Cuando uno es joven, el cuerpo produce tejido óseo nuevo más rápido de lo que se desgasta el tejido óseo existente, y la densidad ósea aumenta. La mayoría de las personas alcanzan su densidad ósea máxima alrededor de los 30 años. Después de eso, la remodelación ósea continúa, pero se pierde ligeramente más densidad ósea de la que se gana.

¿Qué puede afectar la salud ósea?

Varios factores pueden afectar la salud ósea. Por ejemplo:

  • La cantidad de calcio en tu dieta. Una dieta baja en calcio contribuye a la disminución de la densidad ósea, a la descalcificación temprana y a un mayor riesgo de fracturas.
  • Actividad física. En comparación con las personas más activas, las personas sedentarias tienen más probabilidades de padecer osteoporosis.
  • Consumo de tabaco y de alcohol. Las investigaciones sugieren que el consumo de tabaco debilita los huesos. Asimismo, tomar con frecuencia más de una bebida alcohólica al día en el caso de las mujeres o dos bebidas alcohólicas al día en el caso de los hombres puede aumentar el riesgo de osteoporosis.
  • Sexo. Tienes mayor riesgo de padecer osteoporosis si eres mujer, porque las mujeres tienen menos tejido óseo que los hombres.
  • Tamaño. Estás en riesgo si eres sumamente delgado (con un índice de masa corporal de 19 o menos) o tienes contextura pequeña, ya que podrías contar con menos densidad ósea a medida que envejeces.
  • Edad. Tus huesos se vuelven más delgados y débiles a medida que envejeces.
  • Antecedentes familiares. Tienes mayor riesgo de padecer osteoporosis si eres blanco o de ascendencia asiática. Además, tener algunos de tus padres o hermanos con osteoporosis te pone en mayor riesgo, en especial si también tienes antecedentes familiares de fracturas.
  • Niveles hormonales. Los niveles altos de hormona tiroidea pueden causar osteoporosis. En las mujeres, la disminución de la densidad ósea aumenta de forma considerable durante la menopausia debido a la disminución de los niveles de estrógeno. La ausencia prolongada de la menstruación (amenorrea) antes de la menopausia también aumenta el riesgo de osteoporosis. En los hombres, los niveles bajos de testosterona pueden causar la disminución de la densidad ósea.
  • Trastornos alimentarios y otras afecciones. La restricción extrema de la ingesta de alimentos y el bajo peso debilitan los huesos tanto en hombres como en mujeres. Además, la cirugía para bajar de peso y las afecciones como la enfermedad celíaca pueden afectar la capacidad del cuerpo para absorber el calcio.
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