El dolor cervical, junto con el dolor lumbar, constituye uno de los motivos más frecuentes de consulta médica. Suele ser consecuencia de problemas del sistema musculoesquelético y de la columna vertebral, incluidas las estructuras óseas (vértebras) y los músculos y ligamentos que las mantienen unidas.
La parte de la columna que está en el cuello se denomina columna cervical. Se compone de siete huesos (vértebras) separados por discos formados por un material gelatinoso y cartílago.
Algunos trastornos causan solo dolor cervical pero otros pueden producir dolor cervical y dolor lumbar a la vez. En algunos casos, el dolor cervical es consecuencia de otro trastorno, como una meningitis, que no afecta el sistema musculoesquelético.
La flexibilidad del cuello lo hace propenso al desgaste y a las lesiones por sobreestiramiento, como el latigazo cervical. Además, el cuello tiene la tarea fundamental de sostener la cabeza y las malas posturas dificultan esta tarea. El dolor cervical, como el dolor lumbar, es frecuente, y se hace más frecuente a medida que se envejece.
La mayoría de los trastornos que causan dolor lumbar pueden producir también dolor cervical afectando, en general, a la columna, los tejidos que la sostienen, o ambos.
Causas frecuentes
Las causas comunes de dolor cervical (dolor de cuello) son –
» Espasmos musculares
» Lesiones en los músculos y ligamentos
» Artrosis
» Espondilosis cervical
» Estenosis cervical (o raquídea)
» Rotura de anillo fibroso o hernia discal
» Fibromialgia
En las personas con dolor cervical, determinados signos son motivo de preocupación. Entre estos signos se incluyen los siguientes:
» Pérdida de fuerza o sensibilidad en los brazos y las piernas (posiblemente un síntoma de lesión nerviosa)
» Fiebre
» Sudoración nocturna
» Dolor de cabeza (cefaleas)
» Letargo o confusión
» Molestias torácicas
» Sudoración repentina o dificultad para respirar
» Dolor que se desencadena o empeora durante el esfuerzo
Si existen signos de alarma o dificultad o dolor al tragar se debe consultar con un médico de forma inmediata.
>Medidas generales para el dolor de cuello (dolor cervical)
En el dolor cervical se deben tratar los trastornos específicos. Existen medidas generales para aliviarlo:
» Analgésicos
» Aplicación de calor o frío en el área del dolor
» Modificación de las actividades
» Ejercicio ligero según lo tolerado
Si se necesita más alivio del dolor, los médicos pueden prescribir analgésicos opiáceos pero, de ser así, solo deben usarse durante un período breve de tiempo porque su uso prolongado en realidad puede aumentar la sensibilidad al dolor y causar efectos secundarios, como somnolencia, confusión y estreñimiento, además del riesgo de desarrollar un trastorno por consumo de sustancias.
A veces se utilizan relajantes musculares, como carisoprodol, ciclobenzaprina, diazepam, metaxalona o metocarbamol, pero su utilidad está en discusión. Los relajantes musculares no son recomendables en ancianos, ya que son más vulnerables o propensos a los efectos secundarios.
Puede ser beneficioso evitar actividades que agravan el dolor, como permanecer sentado durante largos periodos de tiempo (sobre todo cuando se utiliza la computadora, el teléfono u otros dispositivos electrónicos). Es importante mantener una postura y una mecánica corporal adecuadas al estar de pie, sentado, acostado o al realizar cualquier actividad.
A las personas se les enseña a estar de pie, sentarse y dormir de una manera que no tense el cuello. Las personas que duermen de lado deben utilizar una almohada para apoyar la cabeza y el cuello en posición neutra (no inclinado hacia abajo, hacia la cama o hacia el techo). Si se duerme boca arriba se debe usar una almohada para apoyar la cabeza y el cuello, sin que queden elevados. Se debe evitar dormir boca abajo.
Las personas afectadas también pueden usar un collarín (collarín cervical) para mantener el cuello inmóvil y ayudar a aliviar el dolor. El médico o el fisioterapeuta pueden recomendar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, incluyendo ejercicios de fortalecimiento de la región dorsal.
Pero nunca olvide que solo el especialista sabrá cual es el tratamieto indicado para su caso.
Fuente: Manual Merck. Versión para el público. Dolor cervical