Un año atrás Cuba emprendió una carrera diferente por la vida.
Sin reparar en las interminables jornadas de trabajo, en los disímiles obstáculos por franquear, en los constantes retos que ha significado para nuestra cotidianidad la COVID-19, los esfuerzos desde cada rincón del país han tenido el supremo propósito de seguir defendiendo la vida.
Inevitablemente ha sido un año de pérdidas para muchos, de postergar abrazos, encuentros, despedidas, sueños, un año de constante desafío a la muerte en los más diversos rincones de la nación y también del mundo. Largo y difícil ha resultado el tiempo de confinamiento en casa, sobre todo para nuestros niños, que en estos 12 meses han sido tremendamente valientes.
El último año se convirtió entonces en un período de aciertos, de aprendizajes, de crecimiento profesional y humano, de crear y perfeccionar protocolos de trabajo, de hacer juntos por el país bajo la certera dirección de nuestro gobierno. Un año en el cual le nacieron a Cuba no uno, sino cinco candidatos vacunales, fruto de la valía de nuestros científicos e investigadores.
Para orgullo nuestro, ha sido también un año en el cual jóvenes y estudiantes se fueron a la primera línea de enfrentamiento a la epidemia, a los laboratorios de diagnóstico, a la zona roja de los hospitales, a pesquisar a las comunidades, a saberse útiles. Y en medio de tantos desafíos cotidianos, le han seguido creciendo a la Patria héroes en las instituciones de Salud, en las misiones internacionalistas, en los barrios, en las escuelas, en las fábricas; porque el aporte y el esfuerzo de cada cubano ha sido vital en estos meses y lo seguirá siendo en lo adelante. Esta carrera de Cuba por la Vida aún no termina, y en ella todos somos protagonistas.
Al cumplirse un año de haber diagnosticado los primeros casos de COVID-19 en el país, Cuba acumula 59 mil 157 casos confirmados, de ellos 57 mil 912 son cubanos y mil 245 extranjeros. Se ha recuperado el 91.4% de los confirmados y hemos tenido que lamentar 361 personas fallecidas, que representa una letalidad de 0.61%.
El comportamiento responsable y las medidas básicas de protección como el uso del nasobuco, el distanciamiento físico y el frecuente lavado de las manos deben ser pilares de actuación de cada cubano.
No olvidemos que la COVID‐19 es también un asunto de familia, y en Cuba, todos lo somos, tenemos que asumirlo con disciplina y responsabilidad.
Dr. José Angel Portal Miranda
Ministro de Salud Pública