La aplicación la de inteligencia artificial (IA) al electrocardiograma (ECG), una prueba ubicua y estandarizada, es un ejemplo del efecto transformador continuo de la IA en la medicina cardiovascular.
Aunque el ECG ha ofrecido durante mucho tiempo información valiosa sobre la salud y las enfermedades cardíacas y no cardíacas, su interpretación requiere considerable experiencia humana. Los métodos avanzados de IA, como las redes neuronales convolucionales de aprendizaje profundo, han permitido una interpretación rápida y similar a la humana del ECG, mientras que las redes multicapas de IA pueden detectar señales y patrones con precisión en gran parte irreconocibles para los intérpretes humanos, lo que hace que el ECG sea un poderoso biomarcador no invasivo.
Descargue el articulo completo en este enlace: Electrocardiografía mejorada con inteligencia artificial