Aunque con frecuencia pensemos que las pestañas largas son más atractivas y resaltan el color de los ojos y hacen la mirada más penetrante, lo cierto, es que su longitud, equivale a un tercio del ancho del ojo; así lo confirmó una reciente investigación del Instituto de Tecnología de Georgia, en Estados Unidos.
Según el estudio publicado en el Journal of the Royal Society Interface, ésta es la medida ideal para que las pestañas cumplan su verdadera función: mantener la humedad de los ojos.
Tras medir el largo de las pestañas en diversos mamíferos -un total de 22 entre los que se incluyen jirafas, erizos y seres humanos- los científicos notaron que la proporción se mantiene en todos ellos.
“Las pestañas forman una barrera que controla la corriente del aire y la velocidad de la evaporación en la superficie de la córnea”, asegura a BBC Mundo Guillermo J. Amador, autor del estudio
La investigación no contradice lo que se sabía sobre la función de las pestañas -mantener al ojo limpio- sino que añade información al explicar el mecanismo.
No solo hacen que los ojos se cierren para evitar que les entre polvo sino que “interactúan con el aire para mantener la humedad”, señala Amador. “Las pestañas forman una barrera que controla la corriente del aire y la velocidad de la evaporación en la superficie de la córnea”, añade.
Para poner a prueba su teoría, los investigadores crearon una suerte de ojo artificial y lo pusieron en un túnel de viento para analizar la reacción. Cuando superaban la proporción ideal, el aire y sus moléculas se dirigían hacia el interior del ojo provocando una evaporación más rápida.
Si son más cortas, pero sobre todo, si son más largas, permiten el paso del aire y el ingreso de partículas de polvo en los ojos
En este sentido, las pestañas postizas, que parecen estar otra vez de moda, representan un problema, a menos que respeten la longitud de las pestañas naturales.
La densidad -cuántas pestañas tiene el ojo- también influye, pero no en la misma medida que el largo. Y en ese sentido, se hace notar la influencia del entorno.
En cuanto a las aplicaciones de este estudio, los investigadores creen que pueden servir para crear tecnologías para proteger los lentes de las cámaras o los sensores.
El resultado de la investigación “también puede aplicarse en el caso de los paneles solares, añadiendo una especie de pestañas falsas. Es decir, en toda superficie que necesite mantenerse limpia, pero permitiendo el paso de la luz”, dice Amador.