Lactar al bebé es beneficioso para la madre y el niño. La ciencia ha descubierto las muchas bondades de este acto de amor. Los niños que lactan tienen menos enfermedades mentales, tales como ansiedad, depresión y trastornos de conducta social o de la personalidad. Los ácidos grasos y otros componentes de la leche materna influyen en el hipocampo, el hipotálamo, las glándulas pituitaria y adrenal, por lo cual estos pequeños ofrecen mejor respuesta al estrés, un factor decisivo en el desarrollo de psicopatologías.