“Las enfermedades no transmisibles no solo serán las principales causas de discapacidad en todo el mundo en el año 2020, sino que también se convertirán en los problemas más costosos afrontados por los sistemas de atención de salud.
En este sentido, constituyen una amenaza para cualquier país desde el punto de vista de salud y económico”, explicó el doctor Francisco A. Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública en un reciente encuentro con la prensa.
Cuba, dijo, no escapa a este escenario, siendo precisamente las enfermedades crónicas no transmisibles las que ocupan las primeras causas de muerte en el país.
En el 2014 el cáncer, las enfermedades cerebrovasculares, la diabetes y las respiratorias crónicas representaron el 67,7 % del total de fallecidos en el año.
De acuerdo con datos ofrecidos por el especialista, en el año 2014 el consumo per cápita en la población cubana de 15 años y más, fue de 1 527 cigarrillos. Esta cifra equivale a que cada cubano en esas edades fumó 4,24 cigarrillos diarios.
Asimismo, significó que en el año 2014, en relación con el 2013 (8,68 %), aumentó en 122 cigarrillos, lo que constituye el segundo incremento desde el año 2010, cuando en el cuarto trimestre se suspendió la venta normada a precios bajos en el mercado racionado.
El tabaco es la primera causa de muerte prevenible en el mundo y un factor de riesgo relevante para las enfermedades crónicas no transmisibles.
El doctor Durán puntualizó que más de un 25 % de la población de 15 años y más padece en el país de hipertensión arterial.
Hace pocos días la Organización Panamericana de la Salud anunciaba que solo una de cada cinco personas con hipertensión en América Latina y el Caribe consigue mantener su presión arterial controlada, lo que significa que esté por debajo de 140/90 milímetros de mercurio (mm Hg) los 365 días del año. Llamaba la atención además a los gobiernos, los profesionales de la salud y a toda la sociedad, a prestar más atención al control de la presión arterial para prevenir enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal, entre otros problemas de salud potencialmente mortales.
La hipertensión es el principal factor de riesgo para sufrir y morir como consecuencia de un evento cardiovascular de manera prematura, y de acuerdo con el informe de la OPS afecta a unos 250 millones de personas en las Américas. “En la mayoría de los países, las tasas del control de la presión arterial son inaceptablemente bajas”, afirmó la directora de la OPS, Carissa F. Etienne.
El mencionado texto señala: los países de las Américas han adoptado el compromiso de conseguir que para el 2019 al menos el 35 % de las personas con hipertensión tengan la presión arterial bajo control. Hasta ahora, solo tres países superan esa meta: Canadá (68 %), los Estados Unidos (52 %), y Cuba (36 %). El resto tendrá que hacer más esfuerzos para conseguirla.