Casas de abuelos para atender a pacientes con Alzheimer se abrirán en Cuba a partir de 2015 y de forma escalonada, informó en La Habana un funcionario del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
El doctor Alberto Fernández Seco, jefe del programa nacional del Adulto Mayor, Asistencia Social y Salud Mental de ese organismo, dijo que actualmente en el municipio habanero de Playa funciona de manera experimental con ese fin un centro asistencial.
Los resultados son positivos y ello se comprueba en la satisfacción de las familias y en el entusiasmo del equipo médico, subrayó.
Aclaró que esas casas de abuelo se diferenciarán de las tradicionales pues se les incorporará una enfermera especializada en atención a personas con desequilibrios mentales, así como también asistentes sociales, quienes ayudarán al enfermo a realizar sus actividades cotidianas como la alimentación, el vestirse y el baño.
Uno de cada 10 cubanos de 65 o más años desarrolla algún tipo de delirio. Así lo evidenció el estudio Epidemiología, diagnóstico e impacto de las demencias en adultos mayores cubanos, realizado entre 2002 y 2012 por especialistas del MINSAP.
Además, recientes investigaciones proyectan que para 2030 habrá 273 mil personas con este padecimiento en el país, de ahí la importancia de los nuevos centros asistenciales, donde los pacientes con Alzheimer serán cuidados durante todo el día y las familias podrán continuar con sus labores.
Fernández agregó que el número de hogares de ancianos aumentará a 156 con 11 mil 954 camas, servicio que propiciará que algun pariente no tenga que abandonar su empleo, hecho que ocurre en ocasiones cuando hay un enfermo en la familia.
A su vez, argumentó que el Estado designó 66 millones de pesos para la reparación y mantenimiento de casas de abuelos, y con vistas a implementar la nueva modalidad en la atención a las personas con Alzheimer.
Pérdida de la memoria, cambios en la conducta y emociones versátiles son algunas de las manifestaciones de pacientes con ese impedimento, para cuyo tratamiento se requiere mucha paciencia y comprensión, en aras de hacerlos sentir cómodos en su mundo imaginario, según los expertos.