Intercala un minuto de caminata entre dos de carrera. Esto es beneficioso porque permite correr más tiempo, quemar más calorías y te hace sentir mejor. El intervalo de descanso entre carrera y carrera impide que te canses enseguida y abandones el ejercicio. El andar emplea músculos que no son utilizados al correr, por tanto la marcha permite una recuperación más rápida y evita posibles lesiones musculares o tendinosas.