El profesor Ángel Arturo Aballí a través de largos años de enseñanza de Higiene Infantil y Pediatría, comprobó la necesidad de crear instituciones para el cuidado y diagnóstico de la tuberculosis en la infancia, que constituía en aquella época un gran problema de salud.
Solo entonces una sala de Pediatría en el Hospital Nuestra Señora de las Mercedes. Se crea en 1929 la liga contra la Tuberculosis Infantil. Con un incansable trabajo Aballí propició la creación de u dispensario para niños tuberculosos (dispensario Calrette), un preventorio para lactantes(Preventorio Grancher) y el preventorio Martí en Cojimar. Finalmente logró la creación de una sala para niños enfermos en el Sanatorio “La Esperanza”. Con la perseverancia y el prestigio que caracterizaba al profesor Aballí se construyó el hospital cuyo nombre fue Sanatorio Infantil Anti-Tuberculoso Dr. “A. A. Aballí”.
El profesor Ángel Arturo Aballí a través de largos años de enseñanza de Higiene Infantil y Pediatría, comprobó la necesidad de crear instituciones para el cuidado y diagnóstico de la tuberculosis en la infancia, que constituía en aquella época un gran problema de salud.
Solo entonces una sala de Pediatría en el Hospital Nuestra Señora de las Mercedes. Se crea en 1929 la liga contra la Tuberculosis Infantil. Con un incansable trabajo Aballí propició la creación de u dispensario para niños tuberculosos (dispensario Calrette), un preventorio para lactantes(Preventorio Grancher) y el preventorio Martí en Cojimar. Finalmente logró la creación de una sala para niños enfermos en el Sanatorio “La Esperanza”. Con la perseverancia y el prestigio que caracterizaba al profesor Aballí se construyó el hospital cuyo nombre fue Sanatorio Infantil Anti-Tuberculoso Dr. “A. A. Aballí”.