Opiniones

La Psicología en el Sistema Nacional de Salud

Dr. Jorge Grau Abalo
Especialista en Psicología de la Salud
Doctor en Ciencias Psicológicas
Profesor consultante de la Universidad de las Ciencias Medicas de La Habana
Investigador Titular del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología
Jefe del Grupo Nacional de Psicología
Vicepresidente de la Asociación Latinoamericana de Psicología de la Salud (ALAPSA)
Dra. Olga Ester Infante Pedreira
Especialista en Psicología de la Salud
Profesora Auxiliar de la Universidad de las Ciencias Médicas de La Habana.
Jefa del Departamento y de la Carrera de Psicología de la Facultad de Ciencias Médicas “Manuel Fajardo”.
Secretaria del Grupo Nacional de Psicología
Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Cubana de Psicología de la Salud
Secretaria General de la Asociación Latinoamericana de Psicología de la Salud (ALAPSA)

 

El desarrollo de la Psicología en el campo de la salud en Cuba, guarda una estrecha e interdependiente relación con el propio desarrollo del Sistema de Salud y con su orientación social. Como resultado de este desarrollo, la especialidad Psicología de la Salud cubana ha representado un referente obligado en nuestro continente y en otras partes del mundo. Desde finales de los años 60 se considera a Cuba como un país abanderado de la especialidad; los primeros eventos internacionales tuvieron lugar en La Habana en los años 80 y cada cuatro años reúnen cientos de colegas de todos los confines.

A lo largo de más de 40 años se ha acumulado una vasta experiencia en disímiles campos de trabajo. Las políticas de desarrollo de la Psicología en nuestro sector han respondido en cada etapa a los objetivos, propósitos y estrategias trazadas por el Ministerio de Salud Pública, según las necesidades de salud de la población, lo que ha motivado una progresiva demanda de este profesional en todas las unidades de salud. Sus acciones tienen que ver con el resto de las especialidades médicas y, en especial, con la formación e interacción con especialistas de Medicina General Integral. Cada día más se define como una especialidad básica, a la vez que muestra un nivel de especialización creciente.

El incremento en la complejidad de las condiciones de vida del hombre que repercute en la forma en que este asume la salud, la enfermedad y la muerte, unido a los aportes teóricos y prácticos alcanzados por la ciencia psicológica en este campo, hacen imprescindible su abordaje integral con el empleo de un enfoque psicosocial y con herramientas de este orden. En efecto, el rápido cambio social, resultante del desarrollo económico, la globalización y la urbanización, ha tenido profundos efectos sobre la estructura de las comunidades, el funcionamiento de las familias y el bienestar psicológico de las personas. Por eso, actualmente, los principales autores que estudian la salud pública contemporánea la entienden como “un punto de encuentro”. Ahí confluyen lo biológico y lo social, el individuo y la comunidad, la política social y la económica. Además de su valor intrínseco la salud es un medio para la realización personal y colectiva. Constituye, por lo tanto, un índice del éxito alcanzado por una sociedad y sus instituciones de gobierno en la búsqueda del bienestar y de los más altos valores humanos, que es, a fin de cuentas, el sentido último del desarrollo.

Hoy se ha acumulado evidencia científica relacionada con la influencia del sentimiento de bienestar psicológico sobre la salud, en términos de reportar menos síntomas, un aumento de la calidad de vida y una mejor utilización de los servicios de salud. Se ha encontrado que la realización personal y la satisfacción en las distintas esferas de la vida contribuyen al surgimiento del bienestar psicológico y a una mayor actividad de la persona hacia la salud.

El papel de la personalidad y de los procesos psicológicos grupales en el mantenimiento o pérdida de la salud es hoy indiscutible en la explicación de los actuales problemas de salud. La motivación de las personas por el cuidado de su cuerpo, por el logro de cambios favorables en su estilo de vida, por la promoción de competencia para enfrentar los retos de la vida moderna y más aun la lucha por afrontar adecuadamente el estrés, así como el fomento de condiciones de vida y trabajo que promuevan el desarrollo óptimo de la personalidad y la realización laboral, escolar y profesional, se convierten en objetivos básicos de una política de salud desarrollada y progresista.

El enfoque social de la salud exige la incorporación de la ciencia psicológica y su aplicación profesional en el conjunto de disciplinas que se integran en la concepción y la práctica de la salud pública, para acometer el estudio y la solución de los problemas de salud de nuestra población en el contexto histórico, económico y de relaciones sociales donde se desarrolla la actividad humana.

La incorporación de la Psicología a la solución de problemas de salud ha dependido no sólo de la evolución del pensamiento salubrista, sino del propio desarrollo de la Psicología como ciencia. La insuficiente respuesta y la falta de consenso respecto a los problemas básicos planteados a la Psicología a finales del siglo XIX e inicios del XX, propició el desarrollo de posiciones teóricas aplicadas a diferentes campos de la vida social que se extendieron progresivamente. Se formularon concepciones propias que, con sus planteamientos básicos en relación con el papel de lo psicológico y en la determinación de la salud y la enfermedad, dieron lugar a que en ciertos momentos se hubiesen priorizado algunos aspectos de los problemas, así como justificó que existieran explicaciones y prácticas diversas para los mismos problemas, o a que se diera mayor énfasis a la orientación clínica que a la orientación social y viceversa.

En consonancia con estos aspectos, se desarrollaron la Psicología Clínica, la Psicología Médica y la Medicina Conductual como modelos de orientación clínica y la Psicología Comunitaria y la Psicología de la Salud como modelos de orientación social. Los primeros, sin subestimar el desarrollo de su aparato categorial, metodológico y tecnológico, esencialmente; se centran en el individuo y la enfermedad, dejando fuera el contexto social en el análisis del proceso salud-enfermedad. De este modo el trabajo del psicólogo como profesional queda limitado a las funciones vinculadas con las especialidades médicas de forma aislada y dirigidas a las instituciones de salud. Los modelos de orientación social, en especial enfoque de Psicología de la Salud, sin dejar de involucrar acciones clínicas, trascienden los marcos del individuo hacia una comprensión del proceso salud-enfermedad en el contexto social. Generan un accionar consecuente con individuos, familias, grupos, instituciones y comunidades.

La visión de Psicología de la Salud es totalizadora en relación al abordaje del proceso salud-enfermedad. Es decir, no como una simple yuxtaposición de agregados de aspectos parciales de los modelos descritos, sino de una construcción progresiva que parte de un enfoque diferente, al menos en lo que respecta a los aspectos aplicados y de ejercicio profesional. Es la aplicación de la Psicología al estudio de los componentes subjetivos y comportamentales del proceso salud-enfermedad y de la atención a la salud.

A la Psicología de la Salud le interesa el estudio de los procesos psicológicos que participan en el estado de salud, en el riesgo de enfermar, en la condición de enfermedad, recuperación y rehabilitación, así como en las circunstancias interpersonales que se ponen de manifiesto en la prestación de servicios de salud. Ello se expresa en el plano práctico en un amplio modelo de actividad que incluye tanto acciones útiles para la promoción de la salud, la prevención de enfermedades, la atención a los enfermos, personas con secuelas y al final de su vida, así como la adecuación de los servicios de salud a las necesidades de los que la reciben.

Este enfoque no se queda solamente en las acciones necesarias para afrontar los problemas de la llamada salud negativa, sino que se extiende a la salud en sentido positivo, donde las acciones promocionales y preventivas juegan un papel preponderante. Desde este nuevo enfoque la Psicología debe dar su aporte para la solución de los nuevos problemas que brinda el proceso salud-enfermedad, de otra manera se limita la posibilidad real de proteger la salud positiva y de promoverla eficazmente.

La Psicología de la Salud, como rama aplicada de las Ciencias Psicológicas, estudia el papel de lo psíquico en la determinación, curso y evolución del proceso salud-enfermedad. En la medida que contribuye a la prevención de la enfermedad y sus consecuencias, así como a la promoción de la salud, contribuye al desarrollo de la personalidad.

Los psicólogos pueden desempeñar un papel importante en la educación en salud y en la modificación de los estilos de vida, dado su adiestramiento especial en métodos científicos sociales y sus conocimientos sobre comunicación y tecnología de cambios conductuales, tanto a nivel individual como comunitarios. Además, el empleo organizado y eficaz de los psicólogos en la atención primaria y secundaria beneficiaría la calidad y efectividad de los proveedores de salud en el afrontamiento de los problemas con variables de orden psicosocial.

La estratificación de los Servicios de Psicología se diferencia de la que siguen los servicios médicos, pues no depende de la complejidad del problema de salud ni de la tecnología que requieran para su investigación o intervención, sino de como se expresa lo psíquico en el usuario concreto de los servicios de salud, dependiendo de los múltiples factores que intervienen en la salud y de la preparación específica del profesional para proveer el servicio, cuestiones que son independientes del nivel de atención donde este trabaje. Por eso la intervención psicológica puede ser cualitativamente igual en diferentes niveles de atención y los niveles de la tecnología que ella emplea pueden estar disponibles para cualquier nivel y unidad del sistema de salud. A su vez, la diferencia en la intervención psicológica está dada por la especificidad en el estudio y atención de los diferentes problemas de salud de acuerdo a la estratificación médica. La ciencia psicológica se incorpora como parte del abordaje integral de los problemas de salud y enfermedad y asimila las políticas de salud que están establecidas.

En cada nivel de la atención de salud el psicólogo cubre el espectro de lo psicosocial en los problemas del proceso salud-enfermedad, adaptando su práctica profesional específica a las características y objetivos de la institución de salud, pero en lo específicamente psicológico no existen diferencias en el quehacer laboral que estén determinadas por los niveles de atención.

Desde que se hiciera el primer programa de desarrollo de la especialidad, a finales de los años 80, se prestó especial importancia a la formación de recursos humanos y a su incorporación al sistema de salud. Con la aparición de nuevos campos emergentes de trabajo y la necesidad del abordaje psicosocial en la asistencia, la docencia, la investigación y la administración, se previó cuadriplicar la cantidad de psicólogos en el sistema de salud, en aquel momento alrededor de 1,500 profesionales. Pero también se prestó especial atención a la calidad en la formación de estos recursos como profesionales del sistema.

La formación de psicólogos estuvo a cargo tradicionalmente de la Universidad de la Habana, de la Universidad Central de las Villas y del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Oriente hasta el año 2004, en que se aprueba la formación de psicólogos en las Universidades de Ciencias Médicas,con el método de estudio-trabajo. Esto representó la garantía de cubrir en cantidad y calidad las necesidades de profesionales en las instituciones de salud. En estos momentos, con la presencia creciente de profesionales egresados de la carrera de Psicología de las Universidades de Ciencias Médicas y con mucha mayor formación práctica en el abordaje de los problemas del proceso salud-enfermedad, contamos con los recursos humanos necesarios para emprender el universo de tareas que en los diferentes escenarios puede desarrollar la Psicología de la Salud. Esta formación en las Universidades de Ciencias Médicas fue siempre estratégicamente planificada, de acuerdo a estudios realizados por el Grupo Nacional de Psicología y siguiendo criterios de necesidad y racionalidad. Ha representado un salto de calidad en la formación de los psicólogos para su competencia en el sistema de salud.

Durante todos estos años, el Grupo Nacional y la Sociedad Cubana de Psicología de la Salud han estimulado la superación profesional y científica de los psicólogos de la salud en correspondencia con los desarrollos alcanzados por la Psicología en el mundo y con la necesaria sistematización de la experiencia acumulada en nuestro país por la paulatina incorporación de profesionales a los distintos niveles e instituciones del Sistema de salud.

Siendo coherente con la concepción integral de la salud, el Grupo Nacional y la Sociedad Cubana de la especialidad de Psicología de la Salud han fomentado el enfoque intersectorial e interdisciplinario en todas sus estrategias de acción.Han propiciado el intercambio científico a través de la organización de congresos, conferencias y otros foros. Han impulsado la elaboración de estrategias para la formación y superación de los recursos humanos (psicólogos y técnicos medios) y han contribuido a la formación de otros profesionales y técnicos en el Sistema Nacional de Salud. Han elaborado propuestas estratégicas a tono con el redimensionamiento de los servicios en diferentes unidades del Sistema. Han propuesto indicadores de desempeño y de organización metodológica y han elaborado orientaciones metodológicas para la organización y funcionamiento de los distintos tipos de servicios, en unidades de Atención Primaria de Salud, en hospitales generales y clínico-quirúrgicos, en hospitales pediátricos,ginecobstétricos y en unidades especializadas.

En los policlínicos, los psicólogos y especialistas de Psicología de la Salud, tienen funciones en cada GBT, en la atención al PAMI y en servicios más específicos como Salud Mental, Rehabilitación, Equipo Multidisciplinarios de Atención Geriátrica, Cáncer y Cuidados Continuos, Estomatología y las funciones de Psicología Institucional. En escenarios hospitalarios en función de la complejidad y dimensiones, deben desarrollar su función en equipos de especialidades clínicas y quirúrgicas, en los servicios de Salud Mental y Geriatría, en las unidades de atención al grave (UCI, UCIM, Quemados, Coronarios, Urgencias y emergencias, etc.), en los servicios de Oncología, Hematología, Nefrología y Hemodiálisis y trasplantes, en Neurología y Neurocirugía, atendiendo problemas del neurodesarrollo, dolor y aspectos de Psicología institucional. En los hospitales gineco-obstétricos se reservan responsabilidades específicas para servicios de Ginecología (incluyendo climaterio), Obstetricia, Planificación Familiar e Infertilidad, Neonatología y estimulación temprana, además de atender riesgos en hospitalizados por enfermedades crónicas descompensadas y aspectos de Psicología Institucional. En Institutos de Investigación y otros centros especializados tienen perfiles de desarrollo en diversos campos: Neuropsicología, Psicooncología; Psicoendocrinología y Psicoinmunología; Psicocardiología; asimismo en la atención a la discapacidad, afecciones gastroenterológicas y a pacientes con VIH/SIDA y en la propia Psiquiatría o Salud mental. Laboran en centros provinciales y municipales de Higiene y Epidemiología. Espacios funcionales afines a la asistencia social ocupan en hogares de ancianos e impedidos, en centros comunitarios de Salud Mental.

De esta manera, los psicólogos promueven el enfoque psicosocial en la prestación de los servicios y en la investigación misma, lo que es esencial para tener una visión más completa de los problemas de salud, para conocer el papel específico de los factores conductuales y sociales en la prevención de enfermedades y el fomento de la salud, para trasladar el énfasis del tratamiento a la promoción y la prevención. Pero también para lograr mejores efectos en los tratamientos clínicos de muchos enfermos: cardiovasculares, cerebrovasculares, oncológicos, asmáticos, con trastornos neurodegenerativos, etc. y para facilitar la adaptación a la enfermedad crónica y al término de la vida.

La principal contribución de los psicólogos va en dirección de aumentar el período de vida sana, lo cual es coincidente con la meta y el propósito fundamental de la Salud Pública cubana hasta el 2015. Incrementar la extensión de un período de vida sana no es lo mismo que aumentar la esperanza de vida. No se trata de tener una vida más larga, sino de alargar el número de años de una vida sana, es decir, incrementar la expectativa de años de vida con aceptable calidad. Por eso es tan importante el trabajo psicosocial con adultos mayores y personas con discapacidades.

Puede parecer esto claro, pero para lograrlo hace falta algo más que introducir conceptualizaciones y logros menores. Es necesario el trabajo en equipo en todas las etapas del proceso salud-enfermedad y el mejoramiento continuo de la prestación de servicios en las instituciones del sistema, incrementando la satisfacción con la atención y los componentes subjetivos en sus usuarios y proveedores. Este es un aspecto en el que la Psicología de la Salud tiene mucho que aportar.