Dic 11th, 2024 Archives

Una placa de reconocimiento le fue entregada este lunes a la Brigada Médica cubana que presta servicio en la sureña región de Calabria, a dos años del inicio de esa exitosa misión sanitaria.

Marco Papacci, presidente de la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba (Anaic), al hacer entrega de la tarja al doctor Luis Enrique Pérez, jefe de ese colectivo de galenos cubanos explicó que “hemos decidido honrarles con esta placa, para expresarles nuestro más sincero agradecimiento por lo que han hecho, lo que hacen y lo que harán, no sólo por nuestro país, sino por la humanidad”, expresó

Al acto, celebrado en la ciudad calabresa de Cosenza, asistió la embajadora de Cuba en Italia, Mirta Granda, quien agradeció el noble gesto de esa asociación, al honrar el trabajo que realizan los especialistas sanitarios de la nación antillana.

“Con esta tarja bellísima de la Anaic, no solo se reconoce a la brigada médica, sino al pueblo cubano”, manifestó la diplomática. Afirmó que, durante sus visitas a Calabria, siempre recibe positivos criterios de la población acerca del servicio que prestan los médicos de su país, quienes son “nuestros mejores embajadores, del corazón y del humanismo”.

El chip es el último desarrollo en un campo conocido como computación cuántica, que intenta utilizar los principios de la física de partículas para crear un nuevo tipo de computadora increíblemente poderosa.

Google dice que su nuevo chip cuántico, llamado “Willow”, incorpora “avances” clave y “allana el camino hacia una computadora cuántica útil a gran escala”.

Sin embargo, los expertos dicen que Willow es, por ahora, un dispositivo en gran parte experimental, lo que significa que una computadora cuántica lo suficientemente poderosa como para resolver una amplia gama de problemas del mundo real aún está a años (y a miles de millones de dólares) de distancia.

El dilema cuántico

Las computadoras cuánticas funcionan de una manera fundamentalmente diferente a las de los teléfonos o portátiles.

Aprovechan la mecánica cuántica (el extraño comportamiento de las partículas ultrapequeñas) para resolver problemas mucho más rápido que los ordenadores tradicionales.

Se espera que los ordenadores cuánticos puedan llegar a utilizar esa capacidad para acelerar enormemente procesos complejos, como la creación de nuevos medicamentos.

También se teme que se pueda utilizar para fines criminales como, por ejemplo, para romper algunos tipos de cifrado utilizados para proteger datos sensibles.

En febrero, Apple anunció que el cifrado que protege los chats de iMessage se está haciendo “a prueba de cuántica” para evitar que los lean los potentes ordenadores cuánticos del futuro.

Hartmut Neven dirige el laboratorio de inteligencia artificial cuántica de Google que creó Willow y se describe a sí mismo como el “optimista jefe” del proyecto.

Le dijo a la BBC que Willow se utilizaría en algunas aplicaciones prácticas, pero se negó, por ahora, a proporcionar más detalles.

Pero un chip de este tipo capaz de realizar aplicaciones comerciales no aparecerá antes de finales de la década, dijo.

Inicialmente, estas aplicaciones serían la simulación de sistemas donde los efectos cuánticos son importantes.

“Por ejemplo, es relevante cuando se trata del diseño de reactores de fusión nuclear, para entender el funcionamiento de medicamentos y el desarrollo farmacéutico, y para desarrollar mejores baterías para automóviles y otra larga lista de tareas similares”.

Manzanas y naranjas

Neven le dijo a la BBC que el rendimiento de Willow significaba que era el “mejor procesador cuántico construido hasta la fecha”.

Pero el profesor Alan Woodward, un experto en informática de la Universidad de Surrey, en Inglaterra, dice que las computadoras cuánticas serán mejores en una variedad de tareas que las computadoras “clásicas” actuales, pero no las reemplazarán.

Advierte contra la exageración de la importancia del logro de Willow en una sola prueba.

“Hay que tener cuidado de no comparar manzanas con naranjas”, le dijo a la BBC.

El problema que Google eligió como punto de referencia de rendimiento estaba “hecho a medida para una computadora cuántica”, por lo que no logra demostrar “un aceleramiento universal en comparación con las computadoras clásicas”.

No obstante, dijo que Willow representaba un progreso significativo, en particular en lo que se conoce como corrección de errores.

En términos muy simples, cuanto más útil es una computadora cuántica, más cúbits tiene.

Sin embargo, un problema importante con esta tecnología es que es propensa a errores, una tendencia que anteriormente ha aumentado cuanto más cúbits tiene un chip.

Pero los investigadores de Google afirman que han revertido esta situación y han logrado diseñar y programar el nuevo chip de manera que la tasa de error se redujera en todo el sistema a medida que aumentaba el número de cúbits.

Fue un gran “avance” que resolvió un desafío clave que el campo había perseguido “durante casi 30 años”, dice Neven.