Tomado de Prensa Latina
Esta prueba, realizada al quinto día de vida, reviste una importancia fundamental porque la detección precoz de la enfermedad evita complicaciones cognitivas, y el temido retraso mental severo, que es irreversible
Por eso, enfatizó, lo recomendable es que el análisis ocurra durante el primer mes de vida, idealmente en el transcurso de la primera quincena para evitar perjudiciales complicaciones.
Acorde con cifras del pasado año, de cada cuatro mil 600 niños, se detectó un caso en la isla, lo que ubica al país con una incidencia similar a la del resto del mundo.
Una vez que las pruebas de los pequeños arrojan algún tipo de anomalía, la especialista afirmó que estos son remitidos al Instituto de Endocrinología para su confirmación, tratamiento y evolución hasta los 21 años de edad.
Si bien el sistema de salud cubano prioriza la pesquisa temprana en neonatos, el cuidado relacionado con las enfermedades tiroideas reviste una relevancia particular, también, en la atención a las embarazadas.
Así lo reconoció la doctora Lisette Leal, especialista en segundo grado en Endocrinología, al tiempo que detalló cómo las pacientes ya aquejadas con estas enfermedades reciben los cuidados pertinentes hasta un año después del parto.
En todas las provincias de la nación existen hospitales maternos donde hay un servicio para este tipo de gestantes y, en el caso del Instituto de Endocrinología de La Habana, hay una consulta centralizada a la que acuden mujeres de diversas localidades o remitidas por otro especialista, acotó.
Por otro lado, en el área investigativa, refirió la experta que se indaga sobre la nutrición de yodo a la gestante, al constituir este un elemento fundamental para la síntesis de las hormonas tiroideas y de la cual depende la función y el tamaño de la glándula.
Durante los últimos tiempos, ahondó, los estudios han estado dirigidos hacia la determinación de intervalos o valores de referencia de la TSH propios para la población cubana pues, aunque estos se establecen a partir de datos internacionales, no tienen por qué ser exactamente iguales.
En comparación con hace cinco años atrás, ya tenemos algunos resultados de investigaciones posteriores a la implementación del Programa Nacional de Yodación de la Sal para consumo humano, puesto en marcha a inicios de este siglo, y que modificó la manera en que se manifiesta la enfermedad tiroidea, afirmó.
Ahora, sostuvo, es preciso seguir estudiando para saber si es necesario cambiar algunas pautas basados en nuestros propios resultados, y ya no en los patrones foráneos, y en las que además se tomen en cuenta las características genéticas, ambientales y nutricionales de la población cubana.
Pese a que estas indagaciones se hallan en su fase exploratoria, Leal espera a futuro poder generalizar los hallazgos en pos de establecer la norma nacional.
Las conclusiones de las investigaciones, enfatizó, facilitaría tratamientos y diagnósticos más precisos, al tiempo que serviría de base para establecer una guía con el fin de protocolizar la atención o la práctica asistencial a la embarazada con este tipo de padecimiento.
Tiroides, pequeña glándula con grandes efectos
Según describe la bibliografía médica, la tiroides, cuyo Día Mundial se celebra hoy, es una glándula pequeña, con forma de mariposa ubicada en la región anterior del cuello, por delante de la tráquea
Su función es la secreción de las hormonas tiroideas que actúan sobre el crecimiento y desarrollo de los tejidos y sobre el metabolismo energético, y es determinante en cuestiones relacionadas con la regulación del metabolismo.
La doctora Silvia Turcios, especialista en segundo grado en Endocrinología, explicó a Prensa Latina que las enfermedades más frecuentes asociadas a esta son el hipertiroidismo, hipotiroidismo, el nódulo de tiroides, el bocio difuso y el cáncer de tiroides.
Contrariamente a lo que muchos creen, dijo, estos no constituyen padecimientos exclusivos de las mujeres aunque sí mayoritariamente pues, de acuerdo con la literatura especializada, la proporción es de tres a uno.
Ellas tienen una susceptibilidad genética que guarda mucha relación con las hormonas sexuales femeninas, apuntó la también presidenta de la Sociedad Cubana de Endocrinología y Diabetes.
El inicio de los padecimientos, abundó, puede darse en la etapa del nacimiento, o en aquellas donde tienen lugar transformaciones hormonales, como son la Pubertad, embarazo, climaterio, lo que descarta que los afectados sean todos adultos mayores como piensan algunas personas.
Por lo general aparecen en personas que tienen una susceptibilidad genética y en los que la enfermedad puede desencadenarse por factores ambientales precipitantes como el estrés, consumo de compuestos yodados o alimentos bociógenos, radiaciones e infecciones virales, entre otros, especificó.
La aparición de ciertas condiciones clínicas, como los trastornos con el peso, el nerviosismo, la taquicardia, el insomnio y la dificultad al tragar, son frecuentemente atribuidos a problemas con la tiroides, y hace que el paciente acuda a una consulta especializada, detalló Turcios.
Sin embargo, remarcó, esos son síntomas universales que pueden responder a múltiples enfermedades, no siempre y necesariamente a la función tiroidea, por eso siempre se insiste en que el paciente acuda al personal médico de atención primaria para su valoración clínica y presunción diagnóstica, así como su remisión a otros niveles de atención y de acuerdo con sus características.
La especialista insistió igualmente en la necesidad de desmontar en la sociedad ciertos mitos relacionados con la imposibilidad, por parte de los enfermos, de ingerir alimentos que poseen yodo, lo que, en cualquier caso, debe ser consultado con el médico de asistencia.
Exceptuando los casos en los que el facultativo indique de manera específica la supresión de este oligoelemento, es recomendable mantener una dieta saludable y balanceada, enfatizó.
Pese a tratarse de padecimientos crónicos, insistió la Doctora Turcios,la clave está en el control de la enfermedad, en respetar el tratamiento indicado y en acudir al médico ante el empeoramiento o modificación de los síntomas
Si la condición del paciente se estabiliza, éste podrá mantener su nivel de actividad habitual con un buen pronóstico de vida, aclaró.