Los 14 hogares maternos de la suroriental provincia cubana de Granma ostentan la condición “Amigos de la madre y del niño”, y prestan una atención diferenciada y sistemática a las gestantes con trastornos nutricionales y otros padecimientos asociados al embarazo, como la hipertensión arterial y la diabetes gestacional.
Tal logro es posible por la sistemática labor de educación para la salud que allí reciben las mujeres en estado de gestación, principalmente sobre los cuidados del pequeño y de los beneficios de la lactancia materna exclusiva durante los primeros meses después del nacimiento.
La Doctora Diamela Véliz Fonseca, responsable del Programa Materno Infantil (PAMI) en la provincia, al suministrar la información resaltó la valía de estas instituciones, diseminadas por los 13 municipios de Granma y en las que también son ingresadas con antelación a la posible fecha de parto, las embarazadas que viven en zonas de difícil acceso o en la serranía.
Véliz Fonseca explicó que resulta muy positivo el desempeño de los hogares maternos en los resultados del PAMI, por su incidencia directa en las tasas de mortalidad infantil y materna y en el bajo peso al nacer.
Informó asimismo que la condición Amigos de la madre y del niño, instituida por la UNICEF y la Organización Mundial de la Salud, se basa en dar prioridad a las necesidades de la madre y su recién nacido. Para ser declarada la institución debe poner en práctica los 10 pasos hacia una lactancia natural, y en el caso de los hogares maternos, desarrollar una eficiente educación para la salud sobre el tema.
En Cuba, entre los años 1962 y 1969 se crearon los primeros 15 hogares maternos, y ya a partir del 70 y hasta el 89 llegan a todas las provincias del país.
En Granma los primeros fueron el Mariana Grajales y el de Mabay, los dos situados en Bayamo, municipio cabecera de la provincia.
