En aumento la edad gestacional en la provincia de Granma.

not-2Aidé Centeno Pereda, vecina del barrio La Cañada en la periferia de Bayamo, está entre las embarazadas de mayor edad recibidas en el hospital provincial de Granma.  Esta mujer, a la edad de 45  años quedó embarazada por séptima vez.

Aunque perdió dos  fetos antes de este último, se siente con capacidad para volver al salón parto a dar a luz nuevamente de forma natural.

“Yo tengo cuatro hijos de 14, 12, 9 y 7 años respectivamente.  Todos en un mismo matrimonio.  A cada uno de ellos los tuve por parto natural y no recuerdo que el proceso  haya sido muy doloroso.  Ahora tengo toda la fuerza del mundo para volver a la mesa de parto y pujar para ver nacer a mi nuevo niño, si porque ya me han confirmado todos los especialistas que es varón.” Así dijo Aidé con evidente emoción.

En lo que va de 2016, se han registrado en el hospital provincial de Granma  45 embarazadas con más de 40 años de edad, marcado incremento con respecto a igual período de 2015.

La doctora Zonia Vargas, especialista de primer grado en ginecología y obstetricia en la mencionada institución, asegura que a pesar de que en el mundo es tendencia que las mujeres se embaracen después de los 40 años, eso es algo novedoso en nuestra provincia.  Acá siempre fue más usual atender embarazos en adolescentes de 15 a 19 años y en mujeres de 20 a 35 años, pero no era frecuente recibir gestantes que pasaran las cuatro décadas. Sin embargo, asegura la especialista, el personal asistencial se ha preparado para este nuevo reto.

Ante esta realidad, los trabajadores del programa materno infantil en el hospital bayamés, dedican tiempo y esfuerzo a la supervisión constante de todas las  pacientes añosas.  En ellas son mayores los riesgos.  Tienen mayor probabilidad de desarrollar una diabetes gestacional, hipertensión, y malformaciones fetales.  Igualmente se enfrentan a riesgos pre y post parto, como sangramientos y atonías uterinas.

Para los especialistas  que siguen estos casos es de vital importancia compensarlas para lograr un parto feliz tanto para la madre como para el niño.Por eso, al decir de la doctora Isolet Barrios,  jefa del turno que asistió en el parto a Aidé, se les hace un monitoreo constante de la frecuencia cardíaca del bebé intraútero y se sigue sigilosamente el estado general de la paciente. Estas buenas prácticas médicas han permitido que en el hospital Carlos Manuel de Céspedes no se hayan lamentado este año muertes maternas ni infantiles en madres de edad avanzada.

Actualización

25 de Noviembre 2017