CARTA ABIERTA

A los representantes de las Agencias de la Organización de Naciones Unidas acreditadas en la República de Cuba:
Organización Panamericana de la Salud, OPS.
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF.
Programa Mundial de Alimentos, PMA.
Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA.
Fondo Mundial de Población.
Programa de Naciones unidas para el Desarrollo, PNUD.
A los dirigentes de las asociaciones médicas nacionales e internacionales.
A los dirigentes de las asociaciones de enfermería internacionales.

Distinguidos señores y señoras:
En el día de ayer, luego del fracaso del frustrado intento de golpe de estado chapucero contra el gobierno constitucional de la República Bolivariana de Venezuela encabezado por el Presidente Nicolás Maduro Moro, el clonado (combinación genética de Nerón, Hitler y Mussolini) mandatario de la Casa Blanca en los Estados Unidos de Norteamérica, Donald Trump, amenazó a mi país, Cuba, con someterlo a un bloqueo total, igual que hicieron en el período de la guerra cubano-hispano-americana.
Luego de las disparatadas y agresivas decisiones que ha tomado a escala mundial, estoy convencido de que piensa ejecutar el anuncio del 30 de abril, con sus nefastas y desastrosas consecuencias para la salud del pueblo cubano, tal como ocurrió en aquella guerra de rapiña.
En las próximas 24 horas el señor Donald Trump, seguido por el Secretario de Estado Mike Pompeo y el asesor de Seguridad Nacional John Bulton y el tenebroso Elliot Abrahms, aplicarán el capítulo tercero de la genocida, inmoral, criminal e ilegal Ley Helms Burton para cerrar un ciclo completo con el fin de asfixiar a la economía cubana y rendir por hambre y enfermedades a nuestro pueblo.
El bloqueo decretado contra la República de Cuba, hace más de 60 años, no ha logrado derrotarnos, pero sin lugar a dudas, ha causado enormes daños a nuestra economía y ha influido en la salud de la población.
Con la voluntad política de nuestro Partido y Gobierno y el conocimiento de las ciencias médicas, Cuba ha logrado mantener índices envidiables de salud, superando en gran medida los escollos y el sufrimiento causados por el bloqueo norteamericano.
A pesar de ello, se han producido afectaciones a la salud del ciudadano y ciudadana por limitaciones de recursos inalcanzables por el bloqueo representado en la Ley Torricelli y en la Helms Burton y su carácter extraterritorial, violando los acuerdos internacionales de las Naciones Unidas.
El peor y masivo acontecimiento contra la salud cubana ocasionado por el bloqueo se produjo en la década de los años noventa, denominado “periodo especial”, en que el producto interno bruto (PIB) descendió en -34.8 en 1992 y la distribución per cápita del consumo de alimentos decayó de 2 835 calorías en 1989 a la cifra de 1 400 en 1992 y 1993, con una distribución porcentual de estas calorías totalmente desproporcionada en cuanto a carbohidratos, grasas y proteínas.
Lo expresado en el párrafo anterior fue refrendado por 9 eminentes científicos norteamericanos en el documento titulado: Bloqueo de alimentos y medicinas.
El Impacto del Embargo de EEUU en la salud y la nutrición en Cuba.
Un informe de la American Association for World Health (Asociación Americana para la Salud Mundial).
Resumen Ejecutivo Marzo 1997.

Distinguidas instituciones y personalidades a las que dirijo mi carta abierta:
¿Qué va a ocurrir con las draconianas medidas genocidas anunciadas por el presidente Donald Trump y su equipo de trabajo?
¿Es posible que la comunidad científica internacional, y sobre todo la médica, no alce su voz en protesta para que no se repita la experiencia de los años noventa en Cuba y se inicie una similar en la hermana República Bolivariana de Venezuela?
¿Van a permanecer en silencio, aunque esto no sea aprobatorio de tal conducta?
Nuestro héroe nacional José Martí y Pérez apostilló la frase: “Ver con calma un crimen es cometerlo”.
Hay que denunciar en todos los foros internacionales la brutal escalada agresiva del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica.
Ahora es el momento de paralizar la conducta y mano genocida de los que planean tal crimen de lesa humanidad.
Luego será tarde.

Dr. Héctor Terry Molinert
Médico cubano

1º de mayo de 2019