Urología, un tema para estar atentos

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Si se le pide que defina cuáles son los dos grandes grupos de enfermedades por las cuales los pacientes acuden con más frecuencia a las consultas de la especialidad de urología, la Doctora en Ciencias Tania González León, especialista de I y II grado en Urología del Centro Nacional de Cirugía de Mínimo Acceso, coloca en los principales puestos de esa lista, de una lado la litiasis urinaria, «un gran problema de salud» y los tumores urológicos, de manera general.

En cuanto a la primera, conocida comúnmente como cálculos renales, explica la experta que, “además de ser una enfermedad con una alta incidencia, tiene una elevada recurrencia, por lo que los pacientes vuelven con frecuencia a la consulta. Es por tanto un tema obligado para los especialistas el mantener la actualización teórica y tecnológica sobre su tratamiento, en busca de, primero bajar la recurrencia, y en segundo lugar intentar que el paciente se incorpore a su vida cotidiana».

Se trata como prioridad de evitar el daño renal progresivo, pues en el mundo, y Cuba no escapa a ese contexto, a pesar del desarrollo alcanzado, aún muchas unidades renales se pierden debido a la litiasis, dijo la especialista a Granma, a propósito del XXI Congreso Nacional de Urología, que se desarrollará en el Palacio de Convenciones de La Habana, del seis al nueve de noviembre próximo.

Especial atención hay que ofrecer, de acuerdo con la también Presidenta del Comité Científico de la cita, a los tumores. Por una parte se encuentran los benignos, como es el caso de la hiperplasia prostática, la cual aqueja a los hombres en edades por encima de los 50 años. «Teniendo en cuenta de que la expectativa de vida de la población es cada vez es mayor, las posibilidades de que las personas la padezcan es cada vez mayor», dijo la entrevistada.

En el otro extremo se encuentran los tumores malignos del tracto genitourinario, que ocupan alrededor del 8 % de los cánceres de manera genera. Dentro de estos, la doctora González León mencionó el cáncer prostático, que todavía tiene una alta mortalidad. «A pesar del tratamiento quirúrgico y médico adyuvante a la cirugía radical de próstata, todavía no se han alcanzado resultados en el mundo que permitan disminuir la mortalidad, si bien se ha podido mejorar la calidad de vida».

De acuerdo con la especialista, si el cáncer de próstata se diagnostica en estadio precoz, las posibilidades de ofrecer tratamientos curativos al paciente son muy altas, por lo cual el diagnóstico temprano es esencial.

En ese sentido, mencionó que el PSA (antígeno prostático específico) es un elemento que contribuye a este diagnóstico, pero la consulta al urólogo para un examen físico adecuado, y realizar un estudio en momentos donde el PSA incluso no se ha movido y ya el paciente tiene un cáncer, es vital. «Muchas veces los hombres, evitando el examen rectal digital, le confieren todo el peso al PSA. La combinación de la información que te ofrecen los estudios, más la información del paciente y los síntomas que siente, es lo que permite arribar a un resultado más preciso. La población masculina a partir de los 50 años debe comenzar a chequearse, sobre todo los que tengan antecedentes familiares, que constituyen un grupo de más riesgo y deben estudiarse aunque no tengan síntomas», dijo.

Asimismo, la especialista refirió que el cáncer renal ocupa hasta el 3 % de las neoplasias genitourinarias, si bien tiene la particularidad de que la mayor parte de los pacientes que se diagnostican, se hace en un momento que la cirugía les puede ofrecer una cura, debido al desarrollo imagenológico— dígase el ultrasonido, la tomografía, entre otras técnicas—, lo cual permite que se puedan ofrecer tratamientos, en primer lugar curativos, y que les permita conservar la unidad renal, pues se diagnostican tumores en estadios precoces y con menor tamaño.

«El desarrollo de la cirugía conservadora de nefronas caracteriza, junto a la cirugía mínimamente invasiva, en los últimos años en el mundo el tratamiento de los tumores renales y de los del tracto urinario de manera general. De lo que se trata es de quitar el tumor y conservar la mayor parte de la unidad renal para evitar que los pacientes desarrollen luego enfermedad renal crónica. No hacíamos nada en quitar el tumor si luego desarrollaría una enfermedad tan mutilante como esta, y tan costosa porque requiere tratamientos de reemplazo como es la diálisis o el trasplante. Hacia ahí se mueve el mundo, y también Cuba».

Otro tema esencial para la especialista son las infecciones urinarias. «Los pacientes se automedican; las mujeres no conocen sus factores de riesgo, los cuales pueden estar relacionadas con su vida sexual, con su etapa ginecológica. Se sobremedican muchas veces, y el mal trato de la infección urinaria puede tener en las mujeres repercusiones importantes, como la posibilidad de desarrollar infecciones alrededor del embarazo y daños en el parénquima renal».

Sobre la cistitis, una patología frecuente, la especialista explicó que está relacionada con la no ingesta de líquidos. «El agua es una amiga importante para el tracto urinario, evita, controla y trata muchas veces la infección urinaria. Es además vital como tratamiento profiláctico de la recurrencia de la litiasis urinaria, que si bien es multifactorial, la ingestión de líquido es beneficiosa».

Respecto al cáncer de vejiga o el urotelio de manera general (vejiga uréter, cavidades renales), dijo la entrevistada que estos están muy relacionados con el tabaquismo, y en los pacientes disminuye considerablemente la calidad de vida si es necesario extraer la vejiga. De ahí, insistió, la necesidad de reducir el consumo de tabaco en nuestra población.

Casi 200 especialistas cubanos de todo el país junto a prestigiosos profesores líderes en la urología en el mundo, debatirán próximamente sobre las enfermedades urológicas más frecuentes, tanto en la infancia como en los adultos y se actualizarán sobre las técnicas y procedimientos más novedosos.

Especial relevancia ocuparán en el amplio programa científico tópicos como el tratamiento quirúrgico de las malformaciones congénitas y la litiasis por métodos mínimamente invasivos; la Urología pediátrica y del adolescente, formación del Urólogo en Cuba, imagenología y usos de la medicina nuclear; la enfermería urológica; Andrología; disfunción vesicouretral, y la cirugía Robótica, y la urología oncológica.

Paralelo al congreso sesionará, además la III Jornada de Urología Pediátrica, el V Encuentro Iberoamericano de Endourología, Ondas de choque y Cirugía Laparoscópica en Urología, y la III Jornada Internacional de Enfermería Urológica.

Asimismo, el evento contará con la participación de varias asociaciones urológicas internacionales entre las que se destaca un Simposio de la Confederación Americana de Urología, así como la Sociedad Internacional de Urología y la Asociación Europea de Urología.

Fuente: Periódico Granma

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