De la inclusión de la Sociedad Cubana de Nutrición Clínica y Metabolismo en el club de auspiciadores de la Publicación RNC de Nutrición Clínica

Inicio > Del Editor > Editoriales anteriores > Editorial 9 de Marzo del 2011

Con esta edición los lectores avezados constatarán que ha aparecido un nuevo logotipo en la portada de la publicación RNC de Nutrición Clínica. A los auspiciadores tradicionales de esta publicación, a saber, la Sociedad Paraguaya de Nutrición (SOPANUT), la Asociación Chilena de Nutrición Clínica y Metabolismo (ACHINUMET), y la Asociación Argentina de Nutrición Enteral y Parenteral (AANEP), se les une ahora la Sociedad Cubana de Nutrición Clínica y Metabolismo (SCNCM). El que estas líneas escribe ha sido invitado como Editor-Asociado al Consejo Editorial de la revista. Estos 2 eventos culminan un proceso que mantuvo ocupados por igual a los directivos de la AANEP, gestora de la RNC, y los cubanos durante este último año. Llegado este momento, hago un alto en el camino para compartir con ustedes el significado de estos logros, y los retos y perspectivas a futuro.

He sido siempre un defensor de la importancia que reviste la publicación científica en nuestras áreas de desempeño. En correspondencia con esta elección, en los últimos años me he dedicado a rescatar la Revista Cubana de Alimentación y Nutrición, y reorganizar el flujo editorial para que nutricionistas jóvenes junto con aquellos experimentados encuentren un foro natural para la colocación de sus experiencias e ideas sobre los disímiles temas de la Nutrición Clínica y Hospitalaria, la Terapia Nutricional, el Apoyo Nutricional, y la Nutrición artificial. El prestigio del que nuevamente goza la Revista Cubana me compensa del sacrificio inherente a mi ejercicio como Editor-ejecutivo de la misma.

Mi quehacer como autor y editor me ha llevado también a insertarme en la realidad editorial de nuestra región. Así, he sido un asiduo colaborador de las revistas que circulan en nuestra región dedicadas a las disciplinas antes mencionadas. Pero debo destacar que un lazo especial me une a la RNC, desde que en el 2005 apareció la versión al español del informe “State of malnutrition in Cuban hospitals” [Nutrition 2005; 21:487-97], gracias a la amable intercesión de los Dres. Adriana Crivelli y Eduardo Ferraresi. Desde aquella fecha mis contribuciones han aparecido regularmente en la RNC, y siempre he alabado, no solo el trabajo editorial que todo manuscrito implica hasta ver la luz en su apariencia definitiva, sino además el gusto exquisito, la selección del artwork que adorna las portadas de esta revista, y el diseño general de la publicación.

Fuerza es reconocer que los autores cubanos han estado involucrados en la RNC desde muchos años antes, y entre ellos, debo mencionar a la Dra. Carmen Santos Hernández, con su serie de trabajos dedicados al uso de la absorciometría de Rayos X de doble emisión en el estudio de la Osteoporosis en mujeres cubanas, y el Dr. Emilio Zayas Somoza, quien ha colaborado con temas dedicados al envejecimiento poblacional, la fragilidad del anciano, y las interrelaciones entre la tercera edad, la enfermedad y la desnutrición.

Pero hoy estamos arribando a un punto de confluencia en las respectivas trayectorias de la SCNCM y la AANEP, y con ello, de la historia de la RNC. Para la SCNCM, la incorporación al club de los auspiciadores de la RNC ha servido para reconocer la actividad investigativa y científica de los nutricionistas cubanos, y con ello, la madurez alcanzada por nosotros en nuestro accionar societal. Para la RNC, el afianzamiento como publicación de alcance regional, junto con la posibilidad de ocupar un nicho editorial aún sin explotar en el área Centroamérica y Caribe. Para la AANEP, la posibilidad de avanzar en una necesaria integración regional. Para todos los involucrados, el compromiso de asegurar productos intelectuales de máxima calidad para una creciente comunidad de nutricionistas cada vez más exigente.

Congratulémonos entonces de lo alcanzado, que ciertamente ha sobrepasado nuestros sueños, y capitalizando sobre nuestras experiencias pasadas, preparémonos para seguir el derrotero que se extiende ante nosotros, que nos aguarda lleno de aventuras y desafíos, y también recompensas.

Espero que les sea útil.

Con mis mejores afectos,

Dr. Sergio Santana Porbén.
El Editor.